Pacto Histórico cancela consulta presidencial y aplaza elección de candidato para marzo

Las divisiones internas del Pacto Histórico quedaron al descubierto cuando la colectividad decidió abandonar la consulta presidencial programada para el 26 de octubre y, en cambio, concentrarse en conformar listas al Congreso, una decisión que varios analistas y dirigentes interpretan como un triunfo político de Gustavo Bolívar sobre Daniel Quintero.

Según el comunicado oficial del Pacto Histórico, la coalición optó por priorizar la “consulta del Frente Amplio” prevista para marzo —en la que, según la dirección del movimiento, se definiría la candidatura presidencial única— y resolver internamente la estrategia para las elecciones de Congreso y Presidencia. El escrito alude a razones jurídicas e institucionales que, a juicio del partido, impiden garantizar la participación plena en una consulta en octubre.

La decisión del Pacto fue leída por varios medios y líderes como una victoria para Gustavo Bolívar, quien había manifestado públicamente su rechazo a que Daniel Quintero representara los valores de la izquierda dentro de la coalición. En entrevistas recientes, Bolívar dejó en claro que, aun si participara en la consulta, no está dispuesto a apoyar a Quintero si este resultara ganador, lo que tensionó aún más el proceso interno.

El desmonte de la consulta de octubre también ocurre en un contexto judicial y administrativo complejo: aunque un tribunal —el Tribunal Superior de Bogotá— ordenó la inscripción de precandidaturas para la votación de octubre, esa medida no alcanzó a disipar las dudas sobre la viabilidad legal y política del mecanismo, argumento que esgrimió el Comité Político del Pacto para cambiar la hoja de ruta.

Qué cambia y qué queda pendiente

Con la decisión, el Pacto Histórico confirmó que en la votación del 26 de octubre, solo se consolidarán listas al Senado y a la Cámara, y que la elección del aspirante presidencial se planteará en un espacio más amplio y con otros sectores aliados en marzo. El comunicado oficial subraya la intención de construir un Frente Amplio que asegure “la victoria en las elecciones al Congreso y a la Presidencia”.

Para Quintero, exalcalde de Medellín, la determinación supone un revés: su aspiración a liderar la candidatura del Pacto perdió impulso frente a la posición firme de dirigentes como Bolívar, que exigían garantías ideológicas y de unidad. Varios analistas consultados por la prensa estiman que la jugada busca evitar que la fragmentación interna debilite las posibilidades electorales del bloque en 2026.

La decisión del Pacto Histórico tiene efectos inmediatos en la escena política: por un lado, reduce la posibilidad de una disputa interna abierta en octubre que podría haber profundizado rupturas; por otro, traslada el pulso hacia negociaciones y acuerdos más amplios para marzo, donde tendrán voz otros aliados y movimientos de la izquierda.

Mientras tanto, tanto Bolívar como Quintero y otros precandidatos deberán reconstruir sus mensajes públicos: Bolívar, consolidando su perfil crítico frente a quienes no cumplen con la ortodoxia de la izquierda del Pacto; Quintero, buscando legitimidad política hacia adentro y apoyo hacia afuera. La decisión del Comité Político coloca la pelota en la cancha de las negociaciones estratégicas para los próximos meses y marca un nuevo capítulo en la reconfiguración de la izquierda colombiana de cara a 2026.