El panorama político colombiano volvió a sacudirse este viernes 24 de octubre de 2025, tras la renuncia irrevocable del ministro de Justicia, Eduardo Montealegre Lynett, quien dejó su cargo luego de una serie de tensiones internas con el presidente Gustavo Petro y fuertes cuestionamientos al sistema judicial del país.
La decisión se produjo pocas horas después de que el funcionario presentara al Ejecutivo el borrador de la propuesta para una asamblea constituyente, uno de los proyectos más ambiciosos del actual Gobierno. Sin embargo, según fuentes de Palacio, Petro le habría solicitado la renuncia tras las recientes controversias que rodearon su gestión.
En una carta dirigida al presidente, Montealegre expresó que su salida obedece a una “profunda indignación” por la reciente absolución judicial del expresidente Álvaro Uribe Vélez, fallo que calificó como un acto de “prevaricato”. “El Tribunal de Bogotá absolvió a un criminal de guerra, a un corrupto”, escribió, acusando al establecimiento político y judicial de proteger al expresidente.
El exministro fue más allá y señaló que en Colombia opera una red de impunidad que, según él, impide la justicia frente a los crímenes de lesa humanidad. “Uribe es el amo de la justicia, y ella, como esclava, se inclina sumisa ante su inmenso poder. Yo no lo haré”, afirmó.
Montealegre, quien se autodenominó víctima de Uribe, anunció que llevará su caso ante instancias internacionales. “Debo acudir a los tribunales universales para evitar que la violencia sistemática de este hombre quede impune”, expresó, asegurando que buscará justicia fuera del país.
En su carta también lanzó duras críticas contra el procurador general, a quien describió como un “funcionario oscuro” vinculado a “la clase política más corrupta de Colombia”, y acusó a ciertos sectores del Pacto Histórico de encubrir esas prácticas.
Montealegre defendió además la necesidad de una constituyente popular como única salida a lo que calificó de “una nueva gobernanza paramilitar” que, según él, pretende imponerse sobre el país. “La constituyente de iniciativa popular es el camino para derrotar al establecimiento y recuperar la soberanía del pueblo”, apuntó.
La carta finalizó con una advertencia directa al presidente Petro, que ha generado gran revuelo político: “Cuídese mucho: en Palacio hay traidores que acechan con dagas peligrosas”. La frase, interpretada como un mensaje interno al corazón del Gobierno, deja entrever un ambiente de tensión y desconfianza dentro del gabinete presidencial.
Con su salida, el Gobierno Petro pierde a uno de los ministros más controvertidos, pero también uno de los más cercanos ideológicamente al proyecto de una constituyente. Su renuncia no solo reconfigura el equilibrio político dentro del gabinete, sino que profundiza la crisis de confianza en las instituciones judiciales que Montealegre denunció en sus últimas declaraciones.