Medellín lleva el agua por el aire: más de 1.400 hogares ya cuentan con acueductos y alcantarillados aéreos

En Medellín, el agua ahora también viaja por el aire. A través del programa Unidos por el Agua, la Alcaldía de Medellín y EPM lograron que 1.415 hogares en zonas de difícil acceso cuenten por primera vez con acueductos y alcantarillados aéreos, una solución que combina ingeniería, innovación social y trabajo comunitario para llevar servicios esenciales a los lugares donde antes parecía imposible.

Las laderas empinadas y los suelos inestables dejaron de ser un obstáculo para el progreso. Con estructuras elevadas que cruzan quebradas y pendientes, el agua llega a sectores como Altos de la Virgen, Blanquizal, Brisas del Edén, Buenavista, El Faro, La Cruz–El Hoyo, 8 de Marzo, Versalles y Montañita, transformando la vida de cientos de familias. “Unidos por el Agua es la muestra de que cuando la ingeniería se pone al servicio de la gente, los resultados se sienten en cada hogar. En lo corrido del gobierno de nuestro alcalde Fico Gutiérrez hemos construido más de 35 kilómetros de redes y beneficiado a más de 10.000 hogares en toda la ciudad”, explicó Manuela García Gil, subsecretaria de Servicios Públicos.

Solo en el último año, 5.000 familias se conectaron por primera vez al sistema formal de acueducto y alcantarillado. Estas redes aéreas garantizan un servicio continuo, seguro y de calidad, además de mejorar la salubridad y el bienestar de las comunidades.

Para habitantes como Rudys Restrepo, de Altos de la Virgen, el cambio ha sido enorme: “Poder abrir la llave y tener agua limpia, sin miedo a que se acabe o a cargar baldes, nos cambió la vida. Ahora el barrio se ve distinto, más ordenado, más digno”.

El sistema de acueductos y alcantarillados aéreos nació como una respuesta a los retos geográficos de Medellín y se ha convertido en un referente de ingeniería social. En total, el programa ha construido 6,6 kilómetros de redes de acueducto y 8,9 kilómetros de alcantarillado, con participación activa de los vecinos en cada fase del proceso. “Cada conexión aérea es un puente entre la técnica y la esperanza. Son obras que no solo llevan agua, también llevan oportunidades”, concluyó García Gil.