Una pequeña ocelote (Leopardus pardalis), de apenas 1,7 kilos y entre tres y cuatro meses de edad, se recupera en el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR) de fauna silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, luego de haber sido separada de su madre y de su hábitat natural.
El animal fue entregado voluntariamente por una persona que dijo haberla recibido de conocidos, provenientes de una zona donde persisten prácticas de caza y persecución de felinos silvestres, considerados erróneamente una amenaza para los animales de granja. Este caso, según las autoridades ambientales, refleja el conflicto permanente entre la vida silvestre y la expansión humana en los ecosistemas rurales y suburbanos.
Durante su valoración, el equipo médico veterinario del CAVR diagnosticó conjuntivitis leve en un ojo y un cuadro de diarrea moderada, posiblemente causado por el estrés del cautiverio. Sin embargo, los especialistas destacan señales positivas: la cría mantiene conductas propias de su especie, como esconderse ante la presencia humana, lo que aumentaría sus posibilidades de reintegrarse con éxito al bosque.
“Este caso nos recuerda la importancia de dejar a los animales silvestres en su entorno natural. Al retirarlos, se rompe el equilibrio de los ecosistemas y se les impide desarrollar las habilidades necesarias para sobrevivir en libertad”, señaló Andrés Gómez, supervisor del CAVR.
Este es el quinto ocelote recibido por el CAVR desde 2024, año en el que también se atendieron casos de tráfico y tenencia ilegal: uno hallado en una terraza en Bello, otro dentro de un costal en vía pública y dos entregados voluntariamente.
El ocelote, un felino nativo de América, cumple un papel fundamental como regulador natural de otras poblaciones dentro de su ecosistema. Su presencia en bosques tropicales, selvas y matorrales es un indicador clave de la salud ambiental del territorio.
El Área Metropolitana recordó que, en el comportamiento natural de estos felinos, las madres suelen ausentarse por largos periodos para cazar, por lo que encontrar una cría sola no significa necesariamente que esté abandonada. Ante cualquier duda, la entidad pide no intervenir y reportar el caso a la línea de emergencias de fauna silvestre 3046300090.