En el marco de la conmemoración de los 350 años de Medellín, el Pueblito Paisa, uno de los símbolos más queridos de la ciudad, revive su historia a través de una exposición fotográfica que retrata su nacimiento y transformación.
La muestra, compuesta por 16 postales tomadas por reconocidos fotógrafos y periodistas, estará abierta al público en la Casa Cural del pueblo, en la cima del Cerro Nutibara. Las imágenes evocan distintos momentos del sitio desde su inauguración en 1978, y resaltan su valor como espacio patrimonial, cultural y turístico.
“Después de 47 años, estamos felices de vivir esta celebración, al evocar los inicios del Pueblito Paisa, su construcción y evolución, rindiendo homenaje a este sitio emblemático con fotos, páginas de periódico y textos. La entrada es gratuita”, expresó Óscar Andrés Cardona Cadavid, director ejecutivo de la Corporación Parque Arví, entidad a cargo de la administración del lugar.
El origen del Pueblito Paisa se remonta a 1975, cuando, con motivo de los 300 años de fundación de Medellín, nació la idea de construir una réplica de un pueblo antioqueño como monumento a la identidad regional. La iniciativa fue liderada por Helena Baraya de Ospina, entonces gerente de Turantioquia, y Pedro Javier Soto Sierra, gerente del Instituto de Crédito Territorial (ICT), quienes propusieron edificarlo en la cima del Cerro Nutibara.
Tres entidades aportaron recursos para hacerlo realidad: el SENA, el ICT y el Banco Central Hipotecario (BCH), que contribuyeron con $500.000 cada una. El arquitecto Julián Sierra Mejía fue el encargado de los planos, y Rafael Vásquez, director técnico de Turantioquia, supervisó la construcción. El nombre “Pueblito Paisa” fue idea de Juan José Gómez Gómez, secretario general de la entidad, como un homenaje a la antioqueñidad.
El proyecto, inspirado en una exhibición previa llamada “Pueblito en Flor”, realizada en 1969 por la Fábrica de Licores de Antioquia, se consolidó como uno de los lugares más visitados de la ciudad. Su plaza empedrada, su iglesia y sus coloridas fachadas siguen siendo una ventana al pasado rural y una expresión viva de la cultura paisa.
Con esta exposición, Medellín no solo celebra su aniversario, sino que también rinde tributo a un ícono que ha acompañado por casi medio siglo la historia, la memoria y el orgullo de la capital antioqueña.