Las autoridades colombianas encontraron en el municipio de Yarumal, norte de Antioquia, a 17 menores de edad que estaban bajo el control de la secta judía ultraortodoxa Lev Tahor, un grupo señalado en Estados Unidos y Canadá por presuntos malos tratos y restricciones extremas contra niños. Entre los menores había un bebé de apenas un año.
El grupo había llegado desde Nueva York entre el 22 y el 23 de octubre y se instaló en un hotel con la intención, según los primeros indicios, de crear una nueva colonia en Colombia. Cinco de los niños —todos estadounidenses— tenían circular amarilla de Interpol por estar desaparecidos
Lev Tahor es conocida mundialmente por su estilo de vida radical: viven completamente aislados, la educación es controlada por los líderes del culto, no permiten contacto con el exterior y las decisiones sobre alimentación, rutinas, matrimonios y crianza quedan en manos del liderazgo. Su vestimenta también llama la atención: las mujeres usan túnicas negras que cubren todo su cuerpo, incluso el rostro, y los hombres llevan barbas largas y ropa tradicional.
Además, el grupo sostiene una postura antisionista extrema, rechazando al Estado de Israel y afirmando que solo el Mesías puede “restaurar” la Tierra Santa.
Las autoridades investigan ahora qué buscaba la comunidad en Colombia, cómo ingresaron al país y si contaban con alguna red de apoyo para asentarse. También intentan esclarecer si usaron rutas migratorias irregulares para movilizar a los menores.
Este caso ha encendido las alarmas, pues podría revelar la llegada de grupos que intentan operar en lugares con poco control institucional y que buscan reconstruir sus enclaves lejos de la supervisión internacional.