En un comunicado reciente, el Ejército Nacional ha denunciado la existencia de un “régimen de terror” implementado por las disidencias de las FARC, donde se reportan fusilamientos y torturas a menores de edad que rechazan unirse a sus filas, intentan escapar o no ceden a las demandas sexuales de sus comandantes.
El general Omar Sepúlveda, segundo comandante del Ejército, reveló el hallazgo de una fosa común en el municipio de Argelia, Cauca, donde serían enterrados menores de edad y otras personas, víctimas de la violencia perpetrada por estas grupos armados. Sepúlveda subrayó que los menores son fusilados por no obedecer, por intentar fugarse, o por no someterse a los abusos sexuales de los líderes guerrilleros.
En medio del intensificado conflicto por el control territorial y las rentas ilícitas, los niños, niñas y adolescentes se han convertido una vez más en blancos del reclutamiento forzado. Las atrocidades incluyen fusilamientos y torturas como métodos de control y castigo dentro de estos grupos.
María Fernanda Cabal, destacada figura de la oposición y precandidata presidencial, ha criticado duramente la situación. A través de su cuenta en X, expresó su indignación por la aparente indiferencia de algunos miembros de la coalición de gobierno frente a estas violaciones de derechos humanos, y cuestionó la doble moral de aquellos que previamente fueron muy críticos con otras situaciones, pero ahora parecen silenciarse ante la violencia de grupos guerrilleros.
Este reporte de inteligencia militar no solo pone en evidencia la persistencia de la violencia en zonas rurales de Colombia sino también la urgencia de una respuesta contundente por parte de las autoridades y la comunidad internacional para proteger a la niñez colombiana de tales abusos.