La propuesta de la Ley de Financiamiento ha naufragado en el Congreso de la República, dejando al gobierno colombiano con un déficit de más de $12,5 billones para cumplir con la regla fiscal. Este fracaso ha generado una incertidumbre significativa sobre cómo el gobierno planea gestionar esta situación sin perder la credibilidad internacional.
Luis Fernando Mejía, presidente ejecutivo de Fedesarrollo, señaló que la reforma tributaria fue inoportuna dado el débil crecimiento económico de tan solo el 1.6% durante los primeros tres trimestres del año. “La economía no despega y la tributaria no es conveniente para el país”, afirmó.
Por su parte, ANIF, a través de su presidente José Ignacio López, destacó la caída de un 8,2% en el recaudo tributario, que de enero a septiembre alcanzó los $206 billones, y una baja ejecución presupuestal. El centro de estudios estima que los ingresos totales para 2024 serán de $276,2 billones, $12,5 billones menos de lo proyectado por el gobierno, con un gasto proyectado de $371 billones.
La preocupación por la reforma tributaria se centraba en su impacto económico, la equidad fiscal y la carga sobre ciertos sectores de la población. Sin embargo, la oposición política, la falta de consenso entre los partidos y la presión de grupos sociales y económicos fueron factores clave en su rechazo.
El presidente Gustavo Petro, en una publicación en X, criticó duramente la decisión del Congreso, argumentando que se busca desfinanciar su gobierno. “Los mismos que aprobaron ponerle el impuesto a la sopa de Carrasquilla, decidieron no bajarle los impuestos a todas las empresas de Colombia y a la clase media”, escribió, asegurando que las consecuencias serían complejas.
Petro hizo 10 pronunciamientos clave sobre la situación fiscal:
- Progresividad Fiscal: Lamentó la eliminación de la progresividad en la reforma tributaria.
- Protección de Programas Sociales: Aseguró que no habrá recortes en programas centrales del gobierno.
- Lucha contra la Elusión: Priorizará la lucha contra la elusión tributaria.
- Diversificación de la Deuda: Buscará financiar la deuda en el mercado global.
- Equidad Regional: Evitará recortes que aumenten las brechas territoriales.
- Crédito Popular: Priorizará el crédito a la economía popular.
- Transición Energética: Negociará la salida de las concesiones carboneras.
- Turismo y Energías Limpias: Impulsará el turismo y la energía limpia.
- Reducción de Tarifas: Trabajará en la reducción real de las tarifas de energía.
- Democracia Participativa: Reforzará la organización popular como contratista del estado.
La estrategia del gobierno ahora se centra en estos puntos, buscando una salida que no solo cumpla con la regla fiscal, sino que también responda a las necesidades sociales y económicas de Colombia, manteniendo al país en una senda de desarrollo sostenible y equitativo.