El expresidente Álvaro Uribe Vélez ha respondido con firmeza a las recientes declaraciones del presidente Gustavo Petro en relación con la Operación Orión, llevada a cabo en 2002 durante su presidencia. La controversia resurgió tras el hallazgo de cuerpos en La Escombrera, en la Comuna 13 de Medellín, donde la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha confirmado que los restos encontrados corresponden a víctimas de desapariciones forzadas entre 2002 y 2003.
Petro acusó al gobierno de Uribe de ordenar la desaparición y asesinato de civiles indefensos durante la operación, sugiriendo además que el control de la zona fue entregado a grupos paramilitares tras la intervención. El presidente actual relacionó estos eventos con la situación actual en la que, según él, el ELN ha retomado el control de algunas zonas en Medellín.
En respuesta, Uribe declaró a través de sus redes sociales: “Lo reto a denunciarme si tiene pruebas de alguna indebida acción o palabra mía que implique delito en la Operación Orión.” El exmandatario defendió la intervención militar, subrayando que la Comuna 13 no fue cedida a paramilitares o grupos armados, sino que fue recuperada bajo su Política de Seguridad Democrática, lo que permitió que la zona se convirtiera en un destino turístico destacado.
El Centro Democrático, partido liderado por Uribe, también se pronunció, argumentando que las desapariciones reportadas ocurrieron antes de la Operación Orión. Según ellos, las víctimas fueron desaparecidas entre julio y septiembre de 2002, antes de la intervención, en un contexto donde la Comuna 13 estaba bajo control de numerosos grupos armados ilegales como las FARC, ELN y AUC.
Uribe reafirmó su apoyo a las Fuerzas Armadas, mencionando que durante su gobierno desvinculó a más de 25 altos oficiales por presuntas faltas administrativas relacionadas con el escándalo de los “falsos positivos”. El expresidente criticó además al gobierno de Petro por no abordar adecuadamente la seguridad en zonas como el Catatumbo, donde aún persiste la violencia por parte del ELN y las FARC.
En medio de este debate, la activista política Isabel Mejía ha cuestionado a la JEP en su cuenta de X. Mejía ha señalado una aparente contradicción en los comunicados de la JEP sobre los restos encontrados en La Escombrera. Según Mejía:
- La JEP ha afirmado que los cuerpos hallados no han sido identificados completamente, pero aun así concluye que son víctimas de operaciones militares en colaboración con paramilitares. Mejía ha preguntado bajo qué parámetro técnico se llega a esta conclusión sin identificación completa.
- Ha destacado una aparente incongruencia en la cronología presentada por la JEP. Mientras en un comunicado se menciona que las desapariciones ocurrieron entre 2002 y 2003, otro especifica que estas sucedieron entre julio y septiembre de 2002, antes de la Operación Orión. Mejía cuestiona si esto no es una manipulación de la narrativa.
- La JEP politizo el dolor de las víctimas, sugiriendo que la entidad está creando una “burbuja de falsos señalamientos” contra el gobierno de Uribe, y ha pedido que la JEP se centre en hechos verificables en lugar de narrativas.
- Además, ha hecho un fuerte llamado a la transparencia, insistiendo en que la JEP debe respetar a las víctimas y al país, evitando la politización de sus hallazgos y enfocándose en una investigación rigurosa y basada en evidencias claras.