El expresidente Álvaro Uribe Vélez cuestionó nuevamente la imparcialidad en su proceso judicial, señalando que jueces y fiscales con presuntos conflictos de interés han influido en su caso.
Uribe denunció que, mientras el Tribunal de Bogotá aceptó el impedimento del magistrado Ramiro Riaño debido a la relación laboral de su pareja con el exfiscal Eduardo Montealegre, su propio caso fue manejado por funcionarios con vínculos similares, sin que se declararan impedidos.
El exmandatario criticó que el magistrado César Reyes, quien lo imputó y ordenó su detención domiciliaria, trabajó con la esposa del senador Iván Cepeda y fue contratista del Gobierno de Juan Manuel Santos durante el proceso de paz en La Habana, al cual Uribe se opuso abiertamente.
Asimismo, cuestionó la actuación del fiscal Gabriel Jaimes Villarreal, quien lo acusó de soborno y postuló como víctima al exfiscal Montealegre, pese a haber sido su subordinado en la Fiscalía. Uribe calificó esta acusación como “viciada de conflicto de interés” y denunció un posible prevaricato en beneficio de Montealegre.
El exmandatario recordó que, en su momento, la magistrada Cristina Lombana fue apartada de su caso por haber sido militar durante su gobierno, mientras que Reyes y Villarreal nunca se declararon impedidos a pesar de sus antecedentes.
Uribe concluyó su declaración preguntando cómo se corregirán estas presuntas irregularidades, que según él, ponen en duda la transparencia de la justicia en Colombia.