En medio de una crisis por la violencia y disturbios registrados en varias cárceles, fue declarado Estado de Excepción en Ecuador.
El anuncio fue hecho por el presidente Daniel Noboa, quien aseguró que la difícil situación que enfrenta la nación es una muestra de que «las cosas deben cambiar».
El mandatario dijo que el gobierno ha emprendido acciones que le permitan recuperar el control de los centros de privación de libertad que se ha perdido en los últimos años y en respuesta los grupos narcoterroristas pretenden amedrentar a la población, pero aseguró que no cederán ante sus demandas.
«He dado disposiciones claras y precisas a los mandos militares y policiales para que intervengan en el control de las cárceles. Acabo de firmar el decreto de Estado de Excepción para que las Fuerzas Armadas tengan todo el respaldo político y legal en su accionar», expresó Noboa en su alocución.
La decisión se produce, luego de la fuga de Adolfo Macías, alias «Fito», líder de la organización delictiva «Los Choneros», una de las más peligrosas estructuras de crimen organizado en Ecuador. Dos guardias fueron procesados por la Fiscalía al estar presuntamente involucrados.
Ante la decisión del gobierno, el panorama es complejo, en las últimas horas se conoció un video en el que reclusos armados amenazan con matar a todos los guías de las cárceles, si la policía o militares intentan ingresar a los centros penitenciarios.
«Señor presidente, nosotros no somos las pandillas de El Salvador, nosotros somos mafia y no se ponga a jugar con la vida de muchas personas inocentes», manifestó uno de los delincuentes, mientras apuntaba a la cabeza de un uniformado.
Entre tanto, hay incertidumbre en la ciudadanía, que pide mano firme contra la criminalidad, la misma que hizo que el país rompiera su récord de muertes violentas, cerrando el 2023 con más de 7.000 casos, casi el doble que en 2022.