La violencia del Clan del Golfo vuelve a sacudir al departamento de Antioquia tras una serie de ataques en represalia por la ofensiva de la Fuerza Pública. Las autoridades confirmaron la muerte de dos subintendentes de la Policía y varios uniformados heridos en distintos puntos del departamento.
El primero de los hechos ocurrió en Carepa, donde fue asesinado el subintendente Deimer Díaz, poco después de que la Fuerza Pública abatiera a alias Chirimoya, cabecilla de esa organización criminal. Posteriormente, en horas de la noche, se activó un artefacto explosivo en la vía que conduce a Urabá, sin dejar víctimas.
En zona rural de Salgar, otro artefacto explosivo cobró la vida del subintendente Nelson Cárdenas y dejó un policía más herido. Minutos más tarde, en la vía entre San Pedro de los Milagros y Belmira, tres uniformados resultaron heridos, entre ellos el teniente coronel Henry Augusto Chaparro, comandante del Distrito.
“No vamos a permitir que en Antioquia los criminales atenten impunemente contra la vida de los Soldados y Policías por cumplir con su deber, que no es más que combatirlos”, señalaron desde el Gobierno departamental.
Como respuesta, se ofreció una recompensa de hasta 100 millones de pesos por información que permita identificar y neutralizar a los responsables de estos atentados, tanto contra la Fuerza Pública como contra la población civil.
Las autoridades expresaron sus condolencias a las familias de los subintendentes Nelson Cárdenas y Deimer Díaz, quienes perdieron la vida en cumplimiento de su labor