El Ministerio de Defensa de Colombia encendió las alarmas tras una serie de ataques armados durante la Semana Santa que dejaron un saldo de seis policías y dos militares muertos en diferentes regiones del país. El ministro Pedro Sánchez no descartó la participación del Clan del Golfo y de la guerrilla del ELN en esta nueva ola de violencia, que estaría relacionada con un ‘plan pistola’ orquestado contra la Fuerza Pública.
“Los seis policías asesinados fueron víctimas de plan pistola: tres en Antioquia, uno en Cúcuta y dos en Cartagena. Además, dos militares fueron atacados mientras estaban de permiso”, afirmó Sánchez, al presentar el balance de seguridad del periodo festivo. Según detalló, los ataques muestran un patrón común de sicariato, ejecutado con precisión y sigilo, lo que dificulta su prevención.
En respuesta a los hechos, el Gobierno anunció una recompensa de hasta 100 millones de pesos para quien suministre información que conduzca a la captura de los responsables. “Este tipo de violencia requiere del apoyo decidido de la ciudadanía para ser enfrentada con eficacia”, subrayó el ministro.
Las autoridades se encuentran en máxima alerta ante posibles nuevos ataques y han intensificado los operativos de inteligencia para identificar si estructuras armadas organizadas están detrás de esta escalada. La hipótesis principal apunta al Clan del Golfo y al ELN, dos de los grupos ilegales más activos del país, que en el pasado ya han recurrido a este tipo de acciones para presionar al Estado y sembrar miedo.
Mientras tanto, los familiares de las víctimas piden justicia y garantías de seguridad, especialmente en zonas donde la presencia institucional sigue siendo débil. El Gobierno insiste en que no habrá tregua frente a quienes atenten contra la vida de los uniformados.