Un total de 135 cardenales menores de 80 años se reunirán en la Capilla Sixtina para decidir quién liderará la Iglesia Católica tras la muerte del papa Francisco.
El Vaticano confirmó este lunes que el cónclave para elegir al próximo Papa comenzará el 7 de mayo. La decisión fue tomada durante una reunión a puerta cerrada entre cardenales, la primera desde el funeral del papa Francisco, celebrado el pasado sábado.
Según una fuente de alto nivel del Vaticano, el proceso se desarrollará bajo el más estricto secreto, siguiendo la tradición centenaria de la Iglesia Católica, y se llevará a cabo en la emblemática Capilla Sixtina, que ya ha sido cerrada al público para iniciar los preparativos de la votación.
Un total de 135 cardenales, todos menores de 80 años y procedentes de distintos continentes, son los encargados de participar en este histórico proceso. Su tarea será elegir, mediante votación secreta, al nuevo líder de la Iglesia Católica, que actualmente cuenta con más de 1.400 millones de fieles en todo el mundo.
El cónclave es considerado uno de los eventos más solemnes del Vaticano. Durante el proceso, los cardenales quedarán aislados del exterior hasta que se alcance un consenso. Cada jornada incluirá hasta cuatro rondas de votación, y la elección se anunciará al mundo a través del tradicional humo blanco que saldrá desde la chimenea de la Capilla Sixtina.
La expectativa por el perfil del próximo pontífice es alta, en un contexto global marcado por tensiones geopolíticas, crisis sociales y desafíos internos para la Iglesia, como los escándalos de abuso y el debate sobre el papel de las mujeres y los laicos.
El fallecimiento del papa Francisco, quien marcó una era de reformas y acercamiento a los sectores más excluidos, ha dejado un vacío significativo en la cúpula eclesiástica. Su sucesor no solo heredará su legado espiritual, sino también la compleja misión de renovar la Iglesia en tiempos modernos.
El mundo católico se prepara, así, para una nueva etapa histórica. Mientras tanto, todas las miradas están puestas en Roma, donde los cardenales, guiados por la oración y el discernimiento, intentarán encontrar a quien será el próximo Vicario de Cristo en la Tierra.