En medio de desafíos sin precedentes, EnCicla se prepara para resurgir como un faro de movilidad sostenible en la región, con un ambicioso plan de recuperación que promete transformar su destino. Con la firma de un contrato estratégico con Terminales de Transporte de Medellín y una inversión inicial que supera los $15.000 millones, el sistema de bicicletas públicas de Medellín y el Valle de Aburrá se encaminan hacia una revitalización integral.
A pesar de encontrarse en una situación crítica, donde solo el 42% de su flota operativa y el 87% de las estaciones presentaban daños estructurales, los esfuerzos por la recuperación no se han detenido. Paula Andrea Palacio Salazar, directora del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, lidera este ambicioso proyecto de renacimiento.
«Es uno de los programas más representativos de esta entidad», afirmó Palacio Salazar. «A pesar de los desafíos, nuestro propósito es restaurarlo y devolverlo al corazón de nuestros ciudadanos, como una opción amigable con el medio ambiente que mejore la calidad de vida en nuestra región».
Los primeros pasos hacia la recuperación incluyen el mantenimiento y reparación de 133 bicicletas en funcionamiento, así como la evaluación de su entorno para abordar las problemáticas sociales que puedan afectar su seguridad. Además, se están realizando adquisiciones de repuestos, herramientas y equipos para garantizar un mantenimiento adecuado y oportuno del sistema.
La situación crítica de EnCicla se evidencia en su inventario de bicicletas, con un alto porcentaje fuera de servicio debido a robos y problemas estructurales. Asimismo, las estaciones eléctricas enfrentan dificultades operativas debido a problemas de diseño y vandalismo.
Para superar estos desafíos, se está llevando a cabo un exhaustivo diagnóstico de las tecnologías utilizadas en el sistema, con el objetivo de implementar soluciones que mejoren su eficiencia y calidad de servicio.
A pesar de los obstáculos, la determinación de revitalizar EnCicla demuestra un compromiso firme con la movilidad sostenible y el bienestar de la comunidad en el Valle de Aburrá. Este renacimiento no solo busca devolver la funcionalidad al sistema de bicicletas públicas, sino también promover un cambio cultural hacia opciones de transporte más amigables con el medio ambiente y saludables para sus habitantes.