El presidente Gustavo Petro quedó en el centro de una nueva controversia institucional tras negar públicamente que el ministro del Interior, Armando Benedetti, fuera designado como presidente encargado durante su visita oficial a China, pese a que él mismo firmó el decreto que lo nombraba en ese cargo.
La polémica se desató luego de que se conociera el Decreto 0499 del 7 de mayo de 2025, en el que Petro delega las funciones constitucionales de la Presidencia a Benedetti entre el 10 y el 17 de mayo, periodo en el que el mandatario se encuentra fuera del país. Sin embargo, tras la publicación del documento, el propio presidente reculó en redes sociales y escribió:
“Qué pena desmentirlos. Quien me reemplazará es la persona que lo ha hecho en la mayoría de las veces cuando salgo del país: Guillermo Alfonso Jaramillo”.
Que pena desmentirlos. Quien me reemplazará es la persona que lo ha hecho en la mayoría de las veces cuando salgo del país: Guillermo Alfonso Jaramillo. https://t.co/1zM3GftRuR
Pero los hechos lo contradicen: además del decreto firmado, también salió a la luz una carta enviada al presidente del Senado, Efraín Cepeda, en la que Petro notifica formalmente la delegación de funciones presidenciales a Benedetti.
Ambos documentos oficiales —el decreto y la carta al Congreso— desmienten directamente la versión que Petro entregó al país por medio de sus redes sociales.
La situación ha generadoserias críticas por parte de sectores políticos y analistas, quienes señalan la gravedad de que el jefe de Estado niegue públicamente una decisión que ya había formalizado por escrito.
En viajes anteriores, Petro había designado como encargados a sus ministros de Hacienda o de Salud, lo que hace aún más llamativo el cambio y la posterior negación de una delegación ya firmada.
Hasta el momento, la Casa de Nariño no ha explicado si se trató de un cambio de última hora, un error administrativo o una decisión política.
El episodio se suma a una serie de decisiones confusas dentro del Gobierno que han sido cuestionadas por distintos sectores políticos, que piden mayor claridad y rigor en el manejo de los asuntos del Ejecutivo.