El Senado de la República vive una jornada tensa y llena de incertidumbre. A pesar de que el debate sobre la consulta popular impulsada por el presidente Gustavo Petro comenzó desde temprano, pasadas las 1:30 pm aún no se ha procedido a la votación definitiva que determinará si los colombianos serán convocados a las urnas para opinar sobre la frustrada reforma laboral del Gobierno.
Desde el Ejecutivo aseguran contar con los votos necesarios para lograr la aprobación de la consulta. Sin embargo, el ambiente en el Capitolio cuenta otra historia. Las divisiones internas, reclamos por supuestos cambios en el orden del día y la ausencia de varios senadores han demorado el trámite legislativo.
El senador Inti Asprilla, de la Alianza Verde, elevó fuertes quejas contra la presidencia del Senado por un cambio de última hora en el orden del día, lo que, según él, responde a una estrategia para obstaculizar la votación.
Desde la bancada del Pacto Histórico se insiste en que el debate debe resolverse hoy. Incluso, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, aseguró que la votación se realizará “así sea en horas de la noche”, en respuesta a las presiones del oficialismo.
La oposición no ha perdido oportunidad para hacer sentir su voz. La senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, reiteró que su partido votará en contra de la propuesta del Gobierno. “La reforma laboral de Petro no fue consensuada, fue impuesta, y puede poner en riesgo miles de empleos en el país”, advirtió.
En medio del enredo legislativo, el ministro del Interior, Armando Benedetti, no descartó una vía alterna: revivir el trámite de la reforma laboral como tal. “Ya sea por consulta o por el regreso del proyecto al Congreso, estamos hablando de dos caminos posibles para avanzar”, afirmó.
Durante la sesión, Clara López, también del Pacto Histórico, pidió un receso para buscar consensos entre bancadas. Sin embargo, pasadas las tres horas del inicio del debate, la falta de acuerdo y el lento avance han impedido que se concrete la votación.
A las puertas de una decisión crucial para el futuro político del país, el Senado parece paralizado por el ruido político y las movidas estratégicas. La consulta popular sobre la reforma laboral podría representar un punto de quiebre en la agenda legislativa del Gobierno Petro, pero por ahora, lo único claro es que los votos no están asegurados y el reloj sigue corriendo.