Donald Trump se muestra confiado de cara a las elecciones de este 5 de noviembre, prometiendo una nueva administración con prioridades claras: seguridad nacional, crecimiento económico y lucha contra la influencia de regímenes “tiranos” en América Latina, como el de Nicolás Maduro en Venezuela. “Mi mayor enemigo será Maduro”, afirmó, reiterando su compromiso de bloquear cualquier esfuerzo que fortalezca a lo que él describe como una dictadura que amenaza la libertad en el hemisferio.
El empresario Elon Musk, ferviente defensor de la libertad individual y crítico de los grandes gobiernos, se alinea con esta visión. Musk, quien salvó a Tesla de una inminente quiebra en 2008 sin ayudas gubernamentales, recuerda que los estadounidenses deben ser conscientes del costo de un gobierno excesivo. “Cuanto más grande es el gobierno, menos libertad individual tenemos. Nuestras libertades se han ido erosionando año tras año con más leyes y regulaciones”, comentó Musk. La historia de su éxito al frente de Tesla es un recordatorio de lo que la libertad de empresa puede lograr cuando el Estado no interfiere en exceso.
Trump también destaca la necesidad de fortalecer el sistema electoral. Para él, los problemas con las papeletas en lugares como Lancaster y la imposibilidad de pedir identificación en estados como California son inaceptables. “Incluso en países del tercer mundo toman huellas dactilares antes de votar”, comentó Trump, señalando que su administración buscaría una reforma electoral que garantice un sistema transparente y libre de fraude.
Si los demócratas permanecen en el poder, advierte Trump, EE.UU. enfrentará riesgos significativos: pérdida de libertades, una economía debilitada y la posibilidad de conflictos internacionales. Por su parte, promete una política orientada hacia la libertad de expresión, el crecimiento de los mercados, especialmente el de las criptomonedas, y un Estados Unidos fuerte en la arena global.