El más reciente informe del DANE, reveló que la tasa de desocupación en abril de 2025 se ubicó en 8,8 %, lo que representa una reducción de 1,9 puntos porcentuales frente al mismo mes del año anterior (10,6 %). Además, la población ocupada llegó a los 23,5 millones de personas, una cifra histórica.
Este avance refleja una recuperación sólida del empleo y una mayor participación de los colombianos en el mercado laboral. De hecho, la tasa de ocupación en las principales ciudades fue del 60,1 %, mientras que la tasa global de participación alcanzó el 65,9 %. Estos indicadores confirman que más personas están encontrando trabajo o buscando activamente hacerlo.
La recuperación del empleo ha sido posible gracias al dinamismo de sectores como la administración pública, educación, salud, el comercio, la reparación de vehículos y las industrias manufactureras, todos ellos con una alta capacidad de generar puestos de trabajo.
Además, el informe resalta el papel clave de los trabajadores por cuenta propia y los empleados particulares, que aportaron 2,3 y 1,3 puntos porcentuales, respectivamente, al crecimiento de la ocupación. Esto muestra que tanto el empleo formal como el informal han tenido una recuperación significativa.
Las principales ciudades del país también registraron mejoras. En las 13 áreas urbanas evaluadas, la tasa de desempleo fue del 8,7 %, 1,6 puntos menos que en abril de 2024. Durante el trimestre móvil febrero–abril de este año, la tasa de desempleo en estas zonas fue del 9,3 %, con una reducción similar frente al mismo periodo del año anterior.
Entre las ciudades con mejores resultados destacan: Medellín y su área metropolitana: 7,8 % (la más baja del país), Villavicencio: 8,0 %, Santa Marta: 8,7 %
Por otro lado, algunas regiones aún enfrentan desafíos importantes. Las ciudades con las tasas más altas de desempleo durante el trimestre febrero–abril fueron: Quibdó: 33,2 %, Riohacha: 16,7%, Ibagué: 14,7 %
El informe también reveló que 14,7 millones de personas siguen fuera de la fuerza laboral. La mayoría corresponde a personas dedicadas a oficios del hogar (54,5 %) y estudiantes (23,7 %). Aunque no forman parte de la población económicamente activa, representan una parte significativa de la sociedad que podría incorporarse en el futuro.