Este viernes, aproximadamente 100 soldados del Ejército Nacional fueron secuestrados mientras realizaban labores de control en el marco del Plan de Campaña Estratégico Conjunto Ayacucho, en San José del Guaviare. Los hechos ocurrieron en las veredas Chuapal y Bocas de Caño Cafra, donde los militares fueron interceptados por un grupo de personas que se identificaron como “miembros de guardias campesinas”.
Se cree que este secuestro está vinculado a presiones ejercidas por las disidencias de las FARC sobre los habitantes de la región. Según las primeras investigaciones, la operación fue comandada por Alexis Guerra, alias Cancharino, un miembro destacado de la estructura Jorge Suárez Briceño. Alias Cancharino habría utilizado panfletos para amenazar a comerciantes del sur del Meta y San José del Guaviare, obligándolos a cerrar sus negocios entre el 22 y el 26 de julio.
La Fuerza de Tarea Conjunta Omega ha exigido la liberación inmediata de los soldados, subrayando que su presencia en la región es fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar de las comunidades locales. Hasta el momento, ni el presidente Gustavo Petro ni el ministro de Defensa, Iván Velásquez, se han pronunciado sobre este grave incidente.
Este secuestro masivo es un duro golpe para la estabilidad de la zona y pone de manifiesto las dificultades que enfrenta el Gobierno en su lucha contra las disidencias armadas que continúan operando en regiones estratégicas del país.