Con el inicio de la temporada seca, se levanta el Centro de Operaciones de Emergencias del Valle de Aburrá

Con la llegada de la temporada seca, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá anunció el cierre del Centro de Operaciones de Emergencias Metropolitano (COEM), luego de casi tres meses de intensa actividad durante la pasada temporada de lluvias, que dejó múltiples afectaciones en Medellín y municipios vecinos.

Durante este periodo, el COEM lideró 44 sesiones de coordinación estratégica, brindó 226 apoyos técnicos en campo y declaró el estado de calamidad pública en Medellín, Sabaneta e Itagüí. Además, en municipios como Bello, Envigado y Medellín se activó la urgencia manifiesta, lo que permitió una atención más oportuna y recursos inmediatos ante las emergencias.

A través del proyecto SIATA, se instalaron 43 nuevos equipos de monitoreo ambiental, incluidos sensores, sirenas y cámaras que permiten seguimiento en tiempo real de variables clave. También se fortalecieron los Sistemas de Alerta Temprana Comunitarios con 16 nuevas instalaciones, cuatro de ellas en respuesta directa a situaciones críticas.

“La articulación entre entidades, el uso de tecnología y la participación comunitaria fueron fundamentales para enfrentar la temporada de lluvias. Este esfuerzo demuestra que Medellín y el Valle de Aburrá están cada vez más preparados para actuar con anticipación y resiliencia”, afirmó Paula Palacio Salazar, directora del Área Metropolitana.

Desde SIATA también se realizaron 168 sobrevuelos para monitorear zonas de riesgo y más de 475 interacciones con comunidades y organismos de gestión del riesgo. Las alarmas comunitarias se activaron en 97 ocasiones, lo que permitió evacuar y atender zonas vulnerables con mayor agilidad.

Con el cierre del COEM, las autoridades advierten que si bien disminuye el riesgo por lluvias, la temporada seca también implica desafíos. Por ello, se hace un llamado a mantener activas las redes de vigilancia comunitaria, prevenir incendios forestales y continuar con la apropiación social de la gestión del riesgo.

Durante la operación del COEM también se brindó formación a más de 6.000 voluntarios del programa CUIDÁ, quienes hoy están capacitados para actuar en emergencias y liderar procesos de resiliencia comunitaria.

Además, se brindó seguimiento técnico a zonas críticas como la variante a Caldas, donde la inestabilidad del terreno mantiene en alerta a las autoridades y motivó un llamado urgente a intervención nacional.

La gestión integral del riesgo también incluyó el rescate y atención de 185 animales de compañía afectados por emergencias, en alianza con la Secretaría de Medio Ambiente y La Perla.

El Área Metropolitana del Valle de Aburrá reiteró su compromiso de seguir trabajando en prevención, monitoreo y articulación interinstitucional para garantizar el bienestar de los habitantes ante cualquier eventualidad climática