El reciente nombramiento del exalcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, como embajador de Colombia en Palestina ha generado una fuerte polémica en el país, no solo por su situación judicial, sino también por las condiciones precarias en las que ejercerá el cargo.
La posesión de Ospina fue oficializada el lunes por la canciller Laura Sarabia, quien lideró el acto en el que el funcionario asumió como “Embajador Extraordinario y Plenipotenciario” ante el gobierno palestino, según el Decreto 0548 del 22 de mayo de 2025. Sin embargo, este anuncio ha sido duramente criticado por sectores políticos y ciudadanos.
Uno de los puntos más controversiales es que el exalcalde enfrenta una imputación de cargos por presuntos actos de corrupción relacionados con un millonario contrato adjudicado de forma directa para la instalación de alumbrado navideño en Cali, por más de 10.000 millones de pesos. A pesar de ello, ha sido premiado con un cargo diplomático de alta representación.
La senadora María Fernanda Cabal fue una de las primeras en reaccionar: “¿Es que no hay más personal que asuma la tarea de embajador de Colombia en el mundo? Jorge Iván es otro de los tantos imputados por la justicia que asumirá un cargo para representar a Colombia. Aunque al único que representará es a Petro. ¡No les da vergüenza!”, expresó en su cuenta de X.
¿Es que no hay más personal que asuma la tarea de embajador de Colombia en el mundo? Jorge Iván es otro de los tantos imputados por la justicia que asumirá un cargo para representar a Colombia.
— María Fernanda Cabal (@MariaFdaCabal) June 17, 2025
Aunque al único que representará es a Petro.
¡No les da vergüenza! pic.twitter.com/SU8N2yh2mH
A esta controversia se suma la improvisación logística: actualmente, Colombia no cuenta con una sede diplomática operativa en Palestina. Ni una oficina, ni siquiera una silla plástica. Para asumir funciones.