Mauricio Gaona lanza dura advertencia sobre la Asamblea Constituyente

Un intenso debate jurídico protagonizaron el ministro de Justicia, Luis Eduardo Montealegre, y el abogado constitucionalista José Mauricio Gaona, en una discusión que dejó fuertes advertencias sobre el uso del poder, la institucionalidad y las intenciones del gobierno del presidente Gustavo Petro frente a la posibilidad de una Asamblea Constituyente.

El abogado constitucionalista Mauricio Gaona arremetió contra las intenciones del Gobierno Petro de impulsar una Asamblea Constituyente, y lo hizo con una declaración directa y sin rodeos que dejó claro su rechazo a lo que considera una estrategia peligrosa para el orden constitucional del país.

“El problema, señor ministro, es que la consulta popular es el efecto distractor. Realmente el proyecto es la Asamblea Constitucional; no existe ningún chance en que esa consulta popular sea realidad como ustedes la aprobaron, en violación de normas constitucionales, sin el concepto previo del Congreso”, afirmó Gaona durante un tenso debate con el ministro de Justicia, Luis Eduardo Montealegre.

Según el abogado, no se trata de una Asamblea Nacional —que requiere un quorum amplio y representación de todos los sectores—, sino de una figura mucho más riesgosa para la democracia.

“La Asamblea Popular es una figura que han usado líderes autoritarios y populistas en el mundo. Lo que hacen es decir ‘yo soy el pueblo’, y con eso convocan estructuras paralelas que no tienen los controles ni el consenso de una verdadera Asamblea Nacional”, explicó, refiriéndose a ejemplos en África, Asia y Venezuela.

El debate evidenció una preocupación creciente: ¿hasta dónde quiere llevar el Gobierno su idea de transformación del Estado? ¿Y cuáles son los límites democráticos que no deberían cruzarse? Mientras el ministro Montealegre defiende la necesidad de encontrar nuevas vías para sacar adelante las reformas, voces como la de Gaona advierten que los atajos pueden poner en riesgo el equilibrio institucional.

Gaona también fue enfático al aclarar que el presidente de la República no es un juez constitucional, desmontando el discurso que ha venido promoviendo el Gobierno sobre la supuesta autoridad suprema del mandatario frente a la Carta Magna. “El control constitucional lo ejercen los jueces. La guarda y la integridad de la Constitución la ejercen los jueces. Para eso usted no tiene que mirar la Constitución de Weimar sobre la exégesis del mismo argumento”, señaló, refiriéndose a intentos de justificar el poder presidencial en teorías foráneas.

El cierre de su intervención fue un llamado directo y emotivo a la Corte Constitucional, recordando el legado de su padre, Manuel Gaona Cruz, quien presidió esa misma Corte y fue asesinado en la toma del Palacio de Justicia en 1985. “Esa sala constitucional de la cual mi padre fue su presidente hizo algo muy importante en derecho comparado internacional: entregarle a ustedes -señores de la Corte Constitucional- la posibilidad de realizar un control previo.

Los conmino respetuosamente a ver las decisiones de Manuel Gaona Cruz declarando la constitucionalidad del tratado de extradición con los Estados Unidos en marzo de 1985. Observen cómo aplicaron un control previo que no existía en la Constitución del 86 (…) esos magistrados dieron la vida defendiendo ese orden constitucional que hoy el ministro y el presidente quieren cambiar”.

Gaona finalizó su mensaje con una advertencia cargada de responsabilidad histórica: “Hónrenlo, protéjanlo; ustedes tomaron un juramento de defender la Constitución y la ley. Cumplan con ese juramento. La historia se los exige, sus precedentes y los magistrados que los precedieron se los exigen, sus hijos se los exigen y Colombia lo necesita”.

La confrontación jurídica sigue escalando y deja sobre la mesa una tensión latente entre la defensa del orden constitucional y los caminos que el Gobierno intenta abrir para impulsar sus transformaciones estructurales.