Laura Sarabia revela que Alfredo Saade ordenó retrasar citas de pasaportes para “hacer rendir” el stock

La exministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, decidió hablar tras su abrupta salida del gobierno de Gustavo Petro. En una entrevista con la revista Cambio, reveló detalles internos del conflicto que desató su renuncia y denunció una grave crisis institucional provocada por el jefe del Despacho Presidencial, Alfredo Saade.

Sarabia explicó que durante meses lideró, de forma concertada con distintas entidades nacionales e internacionales, un proceso técnico y riguroso para la transición de la expedición de pasaportes al Estado. Sin embargo, acusó a Saade de apropiarse de ese proceso sin tener competencias, arrasando con lo construido. “El jefe de Despacho Presidencial, Alfredo Saade, se autoproclamó líder y vocero de un proceso que es competencia exclusiva de la Cancillería. A sabiendas de eso, el señor Saade se atribuyó funciones que no le correspondían, dinamitó meses de trabajo técnico y concertado y ocasionó una profunda crisis sin tener conocimiento alguno de lo que está hablando. Aquí el único que sembró el caos y la incertidumbre fue Alfredo Saade.”

Sarabia relató que, junto a entidades como el Ministerio del Interior, Hacienda, Planeación Nacional, la imprenta y la DIAN, se había definido una prórroga para garantizar la continuidad del servicio mientras se daba una transición ordenada, segura y transparente. Según dijo, esa propuesta contó con el visto bueno inicial del propio presidente. “Yo no iba a engañar al presidente con la firma de un proceso que hoy no garantiza el cumplimiento de esas tres condiciones y, además, no es viable ni sostenible en el tiempo. Pude llevarme el aplauso del presidente, pero con el tiempo los ciudadanos iban a pagar el precio. Eso hace la improvisación.”

La exministra fue enfática en que su decisión no fue un acto impulsivo, sino el resultado de una diferencia profunda e irreconciliable con las decisiones que tomó el gobierno en los últimos días. “Yo no me levanté una mañana a anunciar la prórroga por caprichosa o rebelde. Esta propuesta inicial tuvo el aval del presidente. Yo lo único que hice fue comunicar y ejecutar una orden presidencial.”

Sarabia también respondió a las acusaciones de estar defendiendo al contratista actual, Thomas Greg & Sons, dejando claro que no tiene relación alguna con la empresa y que respalda la transición al modelo estatal, pero no a cualquier costo. “Estoy de acuerdo con el presidente Petro en su idea de que los pasaportes sean expedidos directamente por el Estado y no por una empresa privada pero por quedarme en un cargo no estoy dispuesta a engañar a Gustavo Petro y al país sosteniendo la mentira de que la imprenta va a estar lista dentro de dos meses. Eso no va a ocurrir.”

Uno de los momentos más graves relatados por Sarabia fue cuando Saade convocó a su equipo sin autorización y les dio instrucciones contrarias a las suyas para “hacer rendir” el stock de pasaportes, afectando directamente el acceso de los ciudadanos al documento. “Mi equipo me dejó saber que el señor Saade les ordenó demorar la asignación de citas para ‘hacer rendir’ el stock de pasaportes que queda. Me contestó que demorarle las citas a la gente no tenía problema y que así el stock de pasaportes alcanzaba para más tiempo.”

A pesar de haber comunicado su inconformidad directamente al presidente, Sarabia reconoció que la tesis que finalmente se impuso fue la de Saade, lo que marcó su salida del gabinete. “Tengo una regla de oro que siempre mantendré: no revelo detalles de mis conversaciones privadas con el señor presidente. Sin embargo, el país conoce el desenlace: la tesis acogida fue la de Alfredo Saade. Eso constituye una diferencia insalvable.”

Finalmente, Sarabia advirtió sobre las consecuencias que podría traer una transición apresurada y sin garantías, recordando que el nuevo modelo requiere tiempo, preparación y responsabilidad. “Un proyecto a 10 años que cuesta 3.2 billones y que pretende cambiar una estructura de funcionamiento construida durante 17 años, requiere un andamiaje operativo, logístico, jurídico, técnico, presupuestal y de seguridad. No es soplar y hacer botellas.”

Con esta declaración, la exministra deja claro que su salida no fue por falta de lealtad al presidente, sino por no estar dispuesta a encubrir errores que podrían tener consecuencias graves para el país. La crisis en el gobierno queda al descubierto, mientras la ciudadanía queda a la espera de una solución clara para el futuro de sus pasaportes.