El Congreso de Estados Unidos encendió las alarmas sobre la situación política y social en Colombia, al denunciar el presunto consumo de drogas en altos niveles del gobierno de Gustavo Petro y advertir sobre el deterioro de la seguridad en el país. Así quedó consignado en el más reciente informe de la Cámara de Representantes, en el que se propone reducir drásticamente los fondos de cooperación para Colombia en el año fiscal 2026.
De acuerdo con el documento, Estados Unidos destinaría solo 209 millones de dólares para Colombia, una reducción del 50 % respecto a los 400 millones anuales que el país venía recibiendo. Estos recursos han estado orientados tradicionalmente a la lucha contra el narcotráfico, programas de desarrollo y fortalecimiento de la seguridad. La decisión llega en medio de preocupaciones por el aumento de cultivos ilícitos: actualmente, Colombia registra 253.000 hectáreas sembradas con hoja de coca y una producción de 2.600 toneladas de cocaína, un 53 % más que en 2022, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
“El Comité observa que la Administración Petro no ha aprovechado eficazmente la asistencia de Estados Unidos para promover las metas y objetivos comunes”, señala el informe, que justifica así el recorte de fondos para la asistencia no militar. Aunque no se mencionan nombres, el informe menciona el aparente consumo de drogas “en los más altos niveles del Gobierno colombiano”, una acusación sin precedentes que aún no ha sido respondida oficialmente por la Presidencia de la República.
En un tono firme, el Comité también solicitó al secretario de Estado, Marco Rubio, que en un plazo de 90 días consulte al Congreso para definir nuevas estrategias que permitan reducir la producción y el consumo de drogas en Colombia. Este informe marca un nuevo punto de tensión en las relaciones bilaterales, en momentos en que el gobierno Petro enfrenta cuestionamientos tanto en el ámbito interno como en la comunidad internacional.