Con un fuerte enfoque en el desarrollo del campo y la defensa del patrimonio público, la senadora María Fernanda Cabal presentó su propuesta para mejorar las vías terciarias de Colombia y combatir con decisión el robo de energía, al que calificó como una amenaza económica y de seguridad nacional.
“La infraestructura rural es clave para el desarrollo del campo. Sin vías terciarias en buen estado, los campesinos no pueden sacar sus productos, ni acceder fácilmente a centros urbanos o de salud. Y donde falla el Estado, ganan las economías ilegales”, aseguró Cabal en un evento público en el que delineó su visión para una Colombia más conectada y segura.
La senadora propone un modelo de financiación compartida en el que el 30% del impuesto predial rural sea destinado a la recuperación y mantenimiento de vías terciarias, con igual aporte de los municipios. También propone incentivos fiscales para empresas que inviertan en infraestructura rural, así como la creación de un Banco de Proyectos que priorice obras bajo criterios técnicos, y no políticos.
Además, denunció que la corrupción ha frenado históricamente el desarrollo de estas obras. Según sus cifras, el 83% de los contratos públicos se adjudican a un solo oferente, lo que impide la transparencia y la competencia. Para enfrentar esto, plantea la creación de veedurías ciudadanas y gremiales, que hagan seguimiento a cada etapa del proceso, y usen las vías como ejes de presencia estatal y control territorial.
En el sector energético, María Fernanda Cabal propone tratar el robo de energía como un crimen económico de alto impacto, y plantea alianzas con la Fiscalía, la Policía y la DIJIN para enfrentar las mafias que se lucran a costa del erario.
“Vamos a proteger el patrimonio público con inteligencia, judicialización y sanciones. El robo de energía no puede seguir siendo un delito menor. Es un atentado contra la soberanía”, expresó.
Además, propone campañas pedagógicas y amnistías parciales para usuarios en mora, permitiéndoles ponerse al día durante un periodo limitado, sin sanciones. No obstante, advirtió que pasado ese tiempo, se implementará un control estricto y castigo ejemplar a quienes continúen en la ilegalidad.
“Yo no prometo. Yo me comprometo. A defender la energía, la soberanía y la dignidad de Colombia. Un país que no produce su propia energía, termina arrodillado ante otros”.
La senadora reafirma así su apuesta por una Colombia autosuficiente, con presencia estatal efectiva en todo el territorio, y con una infraestructura que impulse el desarrollo económico y social desde las regiones más olvidadas del país.