El Presidente estadounidense Donald Trump y el mandatario ruso Vladimir Putin sostuvieron este viernes una cumbre de alto riesgo en Anchorage, Alaska, que se prolongó por más de tres horas. El encuentro, calificado por ambos líderes como “productivo”, abrió la posibilidad de un giro en la guerra entre Rusia y Ucrania, aunque sin un acuerdo inmediato.
Trump, descartó la idea de un alto el fuego temporal y defendió avanzar directamente hacia un tratado de paz definitivo. “Todos decidieron que la mejor manera de poner fin a la terrible guerra entre Rusia y Ucrania es llegar directamente a un acuerdo de paz, y no a un simple acuerdo de alto el fuego, que a menudo no se sostiene”, afirmó en una publicación en Truth Social.
El presidente añadió que, tras su próxima reunión con el mandatario ucraniano Volodymyr Zelenskyy en Washington D. C. el lunes, podría programarse una cumbre trilateral con Putin “para concretar y firmar un acuerdo de paz”. Tanto Trump como Zelensky confirmaron que ya sostuvieron una conversación después de la cita en Alaska, en la que coincidieron en la necesidad de una “paz verdadera y duradera”.
En un mensaje en X, Zelensky señaló que “tras una conversación con el presidente Trump, coordinamos aún más nuestras posturas con los líderes europeos. Las posturas son claras: debemos lograr una paz verdadera, una paz duradera, no solo una pausa más entre invasiones rusas”.
Los líderes europeos de la llamada “Coalición de la Voluntad”, entre ellos el primer ministro británico Keir Starmer y el presidente francés Emmanuel Macron, respaldaron la iniciativa y subrayaron la necesidad de una paz justa y sostenible. En un comunicado conjunto, expresaron estar dispuestos a acompañar un eventual encuentro trilateral.
Sin embargo, Zelensky advirtió que, si Moscú se niega a participar, Trump debería imponer sanciones adicionales contra Rusia. El expresidente no descartó esa posibilidad y advirtió de consecuencias económicas “muy graves” si Putin intentaba bloquear el proceso, aunque no especificó cuáles serían esas medidas.
Por su parte, Putin declaró que percibió un “deseo genuino” de Trump de resolver el conflicto. Según Reuters, el líder ruso insistió en que la guerra se origina en preocupaciones de seguridad para su país y remarcó que el pueblo ucraniano es visto por Moscú como “hermano”. “Para que la solución ucraniana sea sostenible y duradera, deben eliminarse todas las causas profundas de la crisis”, agregó.
Aunque la cumbre de Alaska no dejó un acuerdo concreto, fue considerada como un avance hacia el diálogo. En entrevista con Sean Hannity en Fox News, Trump calificó la reunión con Putin con un “10 sobre 10” y aseguró que el presidente ruso “quiere que la guerra termine”.
El siguiente paso será la reunión entre Trump y Zelensky en Washington, de la que dependerá la posibilidad de un encuentro histórico entre los tres líderes que podría marcar el inicio del fin de una guerra que ha devastado Ucrania y tensado la seguridad global durante más de dos años.