En una medida sin precedentes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el despliegue de una fuerza naval de gran envergadura frente a las costas de Venezuela, con el objetivo de frenar el narcotráfico en el Caribe y golpear directamente al Cártel de los Soles, organización criminal vinculada al régimen de Nicolás Maduro.
De acuerdo con fuentes citadas por Reuters, tres destructores con misiles guiados Aegis –el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson– llegarán a la costa venezolana en las próximas 36 horas, acompañados por un submarino de ataque. El operativo incluirá además aviones espía P-8, unidades de la marina y apoyo internacional en operaciones aéreas y marítimas.
Un funcionario estadounidense explicó que unos 4.000 marineros e infantes de marina formarán parte de la misión y advirtió que el despliegue no se limitará a labores de inteligencia y vigilancia. “Los activos desplegados podrán utilizarse también como plataforma de lanzamiento para ataques selectivos, si se toma la decisión”, aseguró la fuente bajo condición de anonimato.
El líder chavista respondió en un discurso televisado, calificando la medida como “la insólita y extraña amenaza de un imperio en decadencia” y prometió que Venezuela “defenderá nuestros mares, nuestros cielos y nuestras tierras”. Sin embargo, el Ministerio de Comunicaciones del régimen evitó pronunciarse oficialmente sobre la operación.
Con esta ofensiva, Trump refuerza su estrategia de vincular directamente el narcotráfico con la crisis migratoria. Durante su mandato, ya había enviado buques de guerra al Caribe para reforzar la seguridad fronteriza y endurecer la persecución de organizaciones criminales. En febrero, su gobierno designó al Cártel de Sinaloa, al Tren de Aragua y a otros grupos como organizaciones terroristas internacionales, ampliando el alcance legal de la persecución.
Además, en los últimos meses, el ejército estadounidense intensificó la vigilancia aérea sobre los cárteles mexicanos, buscando desarticular sus redes de tráfico. La nueva operación frente a Venezuela marca un capítulo más agresivo en esa ofensiva regional.
La medida también generó reacciones políticas en el país vecino. La senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal celebró la decisión del gobierno estadounidense, afirmando: “¡Venezuela libre ya! Maduro y sus bandidos deben responder por el genocidio a su pueblo y por el narcotráfico del Cártel de los Soles”.
El despliegue naval estadounidense aumenta la tensión en el Caribe y podría redefinir la presión internacional sobre el régimen chavista, al mismo tiempo que envía un mensaje contundente contra las redes criminales que operan en la región.