En medio del arranque de la campaña presidencial rumbo a 2026, el abogado y precandidato Abelardo de La Espriella volvió a sacudir el panorama político nacional con una propuesta que, según él, busca defender la soberanía y evitar que el país siga subordinado a organismos multilaterales que —asegura— han sido ineficaces y costosos para Colombia: retirar al país de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En entrevista con Semana, De La Espriella afirmó que tanto la ONU como la OEA se han convertido en estructuras burocráticas que, en su criterio, no han aportado soluciones reales a las crisis humanitarias y democráticas de la región.
“Facilito, no se manda representación diplomática. La ONU y la OEA son directorios políticos de la izquierda que no han servido para nada. Ahí está Venezuela, 25 años en una tiranía. Ahí está Cuba, casi 70 años. Ahí lleva Nicaragua más de 15 años. ¿De qué han servido la ONU y la OEA? Son una cantidad de burócratas y gastamos plata que no tenemos.”
Su planteamiento busca, según explicó, que Colombia deje de destinar recursos millonarios a organismos que no protegen los intereses nacionales y que, a su juicio, terminan avalando gobiernos autoritarios mientras presionan injustamente a las instituciones de seguridad.
El precandidato también sostuvo que es necesario evaluar la continuidad del país en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, argumentando que sus decisiones han afectado a la fuerza pública y han sido utilizadas políticamente.
“Otra farsa. ¿Eso para qué ha servido? Para apoyar a la izquierda y perseguir a los miembros de nuestra fuerza pública.”
Para De La Espriella, la prioridad debe ser garantizar que las instituciones colombianas puedan actuar sin injerencias externas y con plena autonomía.
La propuesta generó una reacción inmediata del presidente Gustavo Petro, quien criticó la idea en su cuenta de X y la comparó con un modelo de aislamiento internacional: “Qué barbaridad, el ostracismo mundial. Al nivel de Corea del Norte o peor.”
A medida que avanza la carrera hacia 2026, la iniciativa promete seguir generando discusión sobre el papel de Colombia en el escenario internacional y la posibilidad de replantear su relación con los organismos multilaterales tradicionales.