La senadora María Fernanda Cabal ha destapado un nuevo escándalo en la Cancillería colombiana, poniendo en evidencia un incremento alarmante en los gastos y cuestionables nombramientos diplomáticos realizados por el gobierno de Gustavo Petro. Según Cabal, el presidente ha incumplido su promesa de priorizar la carrera diplomática, utilizando embajadas y consulados como recompensa política.
Utilizando el hashtag #PetroVerso, Cabal denunció en redes sociales que el gobierno ha creado 125 nuevos cargos en el Ministerio de Relaciones Exteriores, además de establecer 10 nuevas embajadas, a pesar de haber eliminado solo 11 puestos previamente. Estos cambios, oficializados a través del Decreto 1882 de 2023, han elevado los gastos de personal de la Cancillería a $543.591 millones de pesos.
Entre los nombramientos más controvertidos se encuentran Moisés Ninco Daza como embajador en México, Sebastián Guanumen en Chile, y Camilo Romero en Argentina. Estos y otros nombramientos, como el de Irene Vélez, exministra de Minas y Energía, ahora Cónsul General en Londres, han sido duramente criticados por su falta de experiencia diplomática.
Cabal también reveló que los 125 nuevos cargos representan un costo anual de $51.808.536.163, sumado al impacto fiscal de las nuevas embajadas, que asciende a $18,397,413,932 anuales. Las nuevas embajadas se encuentran en países como Guyana, Barbados, Nueva Zelanda, Arabia Saudita, Palestina, Senegal, Etiopía, Angola, República Checa y Rumania.
Además, un estudio de El Tiempo mostró que más de la mitad (54%) de los embajadores nombrados no tienen carrera diplomática formal, contradiciendo las promesas de un enfoque meritocrático en las relaciones exteriores.
Finalmente, Cabal destacó un documento de Unidiplo que cuestiona la idoneidad de Armando Benedetti como representante ante la FAO en Italia, señalando su falta de conocimientos técnicos y capacidades diplomáticas.
La senadora concluyó que la discrepancia entre las promesas de campaña y las prácticas de gobierno en la Cancillería genera serios cuestionamientos hacia la administración de Petro, con un aumento del 18.14% en los gastos de personal y una expansión considerable de la infraestructura diplomática.