Corea del Norte y Corea del Sur han disparado una serie de misiles en aguas cercanas a las costas de cada uno en una marcada escalada de hostilidades.
Corea del Norte lanzó la mayor cantidad de misiles en un solo día, al menos 23, incluido uno que aterrizó a menos de 60 km (37 millas) de la ciudad de Sokcho, en el Sur.
Seúl respondió con aviones de combate que dispararon tres misiles aire-tierra sobre la disputada línea de demarcación marítima.
Más tarde, Pyongyang disparó seis misiles más y una andanada de 100 proyectiles de artillería.
Corea del Norte dice que los lanzamientos son en respuesta a los ejercicios militares a gran escala que actualmente realizan Corea del Sur y Estados Unidos, a los que llama «agresivos y provocadores».
El martes, Pyongyang advirtió que pagaría «el precio más horrible de la historia» si continuaban con sus ejercicios militares conjuntos, vistos como una amenaza velada de uso de armas nucleares. Corea del Norte probó un número récord de misiles este año a medida que aumentaron las tensiones.
A pesar de las sanciones paralizantes, Pyongyang realizó seis pruebas nucleares entre 2006 y 2017, y se rumorea que está planeando una séptima. Ha seguido avanzando en su capacidad militar, en violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para amenazar a sus vecinos y, potencialmente, incluso poner a EE. UU. continental dentro de un rango de ataque.
Los intercambios del miércoles comenzaron con el lanzamiento de misiles por parte de Pyongyang en aguas cercanas a Corea del Sur, lo que provocó sirenas de ataque aéreo en Ulleung, una isla controlada por Seúl. A los residentes se les dijo que evacuaran a refugios subterráneos.
Las tensiones han aumentado este año: la península ya ha sido testigo de más de 50 lanzamientos de misiles desde Corea del Norte en 2022, incluido un misil balístico que pasó sobre Japón.
El lunes, un submarino estadounidense de propulsión nuclear llegó frente a la costa de Corea del Sur para participar en el último de una serie de ejercicios conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur, que comenzaron en agosto.
Apodados «Tormenta vigilante», son los ejercicios más grandes que Seúl y Washington hayan realizado jamás, en los que participaron cientos de aviones militares de ambos lados.