El 27 de octubre, el Juzgado 15 Administrativo de Cali admitió la demanda presentada por el concejal del Centro Democrático, Andrés Escobar, contra la resolución que respalda la construcción y conservación del Monumento a la Resistencia en el área de Puerto Rellena. Esta acción judicial, que ha dado lugar a intensos debates en redes sociales, plantea un nuevo reto para la intención del Ministerio de Cultura de declarar esta obra como Bien de Interés Cultural de la Nación.
La demanda, presentada en un acto que coincidió con el primer evento conmemorativo del monumento, se dirige contra la resolución 9183 de 2021, emitida por el entonces alcalde Jorge Iván Ospina, la cual avaló la instalación de la estructura en el marco de las protestas del paro nacional de 2021. En su demanda, Escobar destaca la falta de rigor en el proceso de autorización, dado que “el exalcalde otorgó la licencia de intervención de manera tardía, cuando el monumento ya había sido levantado sin los permisos debidos”. Esta acción legal tiene el propósito de cuestionar la legalidad de la obra en una ciudad que, en palabras de Escobar, “no puede verse representada en un símbolo tan divisivo”.
El concejal Escobar, conocido por estar en contra de manifestaciones que en 2021 paralizaron varias ciudades del país, sostiene que el monumento no representa a toda la ciudadanía y asegura que su construcción responde a intereses políticos más que a un genuino impulso cultural. Durante el proceso, Escobar ha solicitado información adicional a la Contraloría Municipal, Metrocali y Planeación Municipal, con el fin de fortalecer su demanda.
Por su parte, el ministro de Cultura, Juan David Correa, ha defendido el proyecto cultural y lo considera un elemento de identidad para una parte significativa de la población caleña. Según Correa, el monumento representa “un proceso social y comunitario” que se materializó en la escultura de un puño en alto, emblema de la resistencia que se vivió durante las protestas. No obstante, figuras como Escobar insisten en que la obra es un símbolo que genera división y recuerda momentos de gran tensión y enfrentamiento en la ciudad.
Este proceso judicial abre un nuevo capítulo en el debate sobre el valor cultural del Monumento a la Resistencia, y pone en el centro de la discusión las distintas visiones de memoria histórica y representación cultural en Cali.