Una boa constrictor de 2.50 metros de largo y 15 kilos de peso fue encontrada en la calle en pleno barrio Belén, en la zona urbana de Medellín. El hallazgo, que genera preocupación e indignación, evidencia una práctica cada vez más común: la tenencia ilegal de fauna silvestre como si fueran mascotas exóticas.
El ejemplar, una hembra adulta, fue recuperado por el equipo del Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre (CAVR) del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, luego de un llamado ciudadano. Tras su valoración médica y biológica, se determinó que la serpiente se encuentra en buen estado de salud, aunque permanecerá en observación mientras se define su proceso de rehabilitación.
Pero el caso va mucho más allá de una simple recuperación: la boa no tiene distribución natural en zonas urbanas. Es una especie que pertenece a ecosistemas específicos como bosques secos y húmedos de clima cálido. Que haya aparecido en medio de una zona residencial indica que estuvo en cautiverio —de forma ilegal— y fue abandonada o escapó.
“Desde 2024 a la fecha ya hemos recibido 140 ejemplares de esta especie, la mayoría vinculados al tráfico ilegal de fauna silvestre”, alertó Alejandro Vásquez Campuzano, subdirector ambiental del Área Metropolitana.

Este tipo de situaciones representan un grave riesgo para la vida del animal, para la ciudadanía y el equilibrio ecológico. La liberación irresponsable de fauna silvestre en entornos urbanos puede generar accidentes y desajustes ambientales difíciles de revertir.
El Área Metropolitana reiteró el llamado urgente a no tener fauna silvestre como mascota. Esta práctica es ilegal, peligrosa y atenta contra la biodiversidad del país.
Para reportar casos similares, la ciudadanía puede comunicarse con la línea de atención de emergencias de fauna silvestre: 304 630 0090.