Álvaro Uribe, el inesperado mediador en la crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos

En un hecho que tomó por sorpresa al escenario político colombiano, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, conocido por su postura opositora al gobierno de Gustavo Petro, asumió un papel crucial en la mediación de una crisis diplomática que amenazaba con desestabilizar las relaciones entre Colombia y Estados Unidos.

Todo comenzó cuando el presidente Petro rechazó la llegada de dos vuelos militares estadounidenses con deportados, desatando una fuerte respuesta de la administración de Donald Trump. Las medidas de represalia incluyeron la amenaza de imponer aranceles del 25 % a las exportaciones colombianas, suspender visas para funcionarios del gobierno y aplicar sanciones financieras al país. Petro, en un tono desafiante, respondió anunciando posibles sanciones contra Estados Unidos, intensificando la tensión entre las naciones.

El Rol de Álvaro Uribe

En medio de este panorama, Álvaro Uribe, figura clave en la política colombiana y principal opositor de Petro, dio un giro inesperado. Según fuentes cercanas al proceso, Uribe contactó personalmente a la canciller Laura Sarabia, ofreciéndose como intermediario para superar la crisis. “Tenemos diferencias con el presidente Petro. Cometió un error, pero tenemos que resolverlo. ¿Cómo puedo ayudar?”, habría dicho Uribe, en un gesto que marcó un contraste con su usual retórica contra el gobierno actual.

Uribe, conocido por su relación histórica con Washington y su influencia en círculos republicanos, activó contactos estratégicos, incluyendo una llamada al secretario de Estado de Trump, Marco Rubio, para abrir canales de diálogo que facilitaran una solución diplomática. Esta intervención, sumada a los esfuerzos de otros líderes colombianos y senadores estadounidenses, ayudó a desescalar una situación que amenazaba con colapsar la economía colombiana, altamente dependiente del comercio con Estados Unidos.

La Perspectiva de Uribe

El expresidente Uribe, a través de un reciente trino, detalló su participación en la crisis:

  1. “Se supo la noticia del grave problema con los Estados Unidos.
  2. El partido Centro Democrático publicó en redes un comunicado, que me correspondió redactar.
  3. Me llamó una tercera persona, quien ninguna participación tiene en la política, y me dijo que la señora Canciller necesitaba urgentemente hablar conmigo.

Le dije que hiciera una comunicación de los tres (‘Three Line’). La señora Canciller me dijo que ya tenían una solución que estaban consultando, que había leído nuestro comunicado. Le dije ‘ojalá’, el tema requería una solución urgente. Terminó la comunicación”.

Uribe destacó que, aunque las diferencias políticas son claras, lo prioritario en este caso fue encontrar una solución rápida a una crisis que podía afectar gravemente la economía colombiana. Su papel en este episodio refuerza su imagen como un líder dispuesto a anteponer los intereses nacionales frente a las rivalidades partidistas.

Críticas y Reacciones

El rol de Uribe como mediador no ha estado exento de polémica. Mientras algunos sectores de la opinión pública han destacado su capacidad para poner los intereses del país por encima de las disputas partidistas, otros critican lo que consideran un intento por capitalizar políticamente la crisis. Analistas también señalan que su intervención refuerza su imagen como una figura política influyente, capaz de tender puentes incluso en circunstancias adversas.

Por su parte, el gobierno de Gustavo Petro ha evitado referirse directamente a la participación de Uribe, limitándose a destacar la importancia de la solución diplomática. El embajador de Colombia en Estados Unidos, Daniel García-Peña, expresó que “la vía diplomática sigue siendo la mejor forma de resolver diferencias”, sin mencionar los esfuerzos de Uribe.

Implicaciones Políticas

La mediación de Uribe en esta crisis podría tener un impacto significativo en el escenario político colombiano. Su capacidad para actuar como un intermediario efectivo en un conflicto internacional podría fortalecer su influencia, no solo entre sus aliados, sino también en sectores que valoran su experiencia y relaciones en el ámbito internacional.

Conclusión

El inesperado rol de Álvaro Uribe como mediador en esta crisis demuestra que, incluso en un escenario político polarizado, las alianzas estratégicas pueden ser esenciales para proteger los intereses nacionales. La resolución de este ”impasse’‘ marca un precedente en las relaciones entre Colombia y Estados Unidos y resalta la importancia de la diplomacia, incluso en los momentos de mayor tensión.

Fuente: Ny Times