La pistola Glock 9 mm con la que se atentó contra el senador fue alterada para disparar en ráfaga y las balas estaban recubiertas con metales para maximizar su letalidad. Ya van cuatro capturados por el ataque.
La Fiscalía General de la Nación reveló nuevos detalles sobre el atentado sicarial del pasado 7 de junio contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay en el parque El Golfito del barrio Modelia, en Bogotá. Según el más reciente informe de balística, la pistola utilizada por el menor de 15 años que disparó contra el político fue modificada para aumentar su capacidad de daño.
Se trata de una pistola marca Glock calibre 9 milímetros, alterada ilegalmente para permitir disparos en ráfaga, lo que multiplicó el riesgo para Uribe Turbay y las personas que lo acompañaban en el lugar. Además, los casquillos recolectados en la escena del crimen estaban recubiertos con bronce y latón, lo cual –según los investigadores– incrementa la capacidad letal del proyectil, aumentando las probabilidades de causar la muerte inmediata.
El diario El Tiempo accedió al informe técnico que hace parte del expediente, el cual detalla que se hallaron al menos 12 vainillas en el lugar del atentado, correspondientes a dos armas distintas. Seis de estas coincidieron con la Glock encontrada en posesión del menor capturado, mientras que las otras seis corresponden a una pistola marca Jericho, que hasta el momento no ha sido vinculada al esquema de seguridad del congresista.
La pistola Glock usada es de fabricación austriaca, tiene un alcance efectivo de hasta 45 metros y es capaz de realizar seis disparos continuos con un solo cargador. Según expertos, este tipo de armas es escaso en el mercado negro colombiano y su precio puede oscilar entre 15 y 20 millones de pesos. El general Carlos Fernando Triana, director de la Policía, informó que el arma fue comprada legalmente en la ciudad de Mesa, Arizona (EE. UU.), el 6 de agosto de 2020.
“Estamos verificando cómo ingresó esa arma a Colombia. Sabemos su procedencia, pero no tenemos aún claridad sobre la ruta de tráfico que la trajo al país. Esa es una de las líneas de investigación más importantes que estamos desarrollando desde el momento del atentado”, indicó el general Triana.
La trazabilidad del arma fue confirmada por la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos, que identificó al comprador como Charles Joe Anderson, quien la habría adquirido en un almacén llamado ‘Aji Port’.
Mientras avanza la investigación, la Fiscalía anunció la captura de un cuarto implicado en el ataque. Hasta ahora, las autoridades trabajan con varias hipótesis sobre los móviles del atentado, mientras analizan si el hecho tiene relación con intereses políticos, retaliaciones criminales o si se trató de un intento de magnicidio planeado desde estructuras ilegales más complejas.