El nombramiento de Armando Benedetti como asesor político en la Casa de Nariño reaviva los cuestionamientos sobre la impunidad y resiliencia política del círculo más cercano al presidente Gustavo Petro. Este grupo, que incluye figuras como Laura Sarabia y Ricardo Roa, sigue siendo parte del gobierno a pesar de los escándalos que los rodean.
Benedetti: del chantaje a la rehabilitación
Armando Benedetti, exembajador ante la FAO, regresa al Palacio Presidencial después de haber protagonizado polémicas como la filtración de audios donde amenazaba con revelar información comprometedora sobre la campaña presidencial de Petro. En esos audios, publicados por Semana, Benedetti habló de supuestos delitos relacionados con el financiamiento de la campaña y llegó a insinuar el consumo de cocaína por parte del presidente.
A esto se suma una investigación en la Cancillería por su viaje a Turquía para asistir a la final de la Champions League sin autorización, y una denuncia por violencia doméstica presentada por su esposa en España. Sin embargo, Benedetti vuelve al gobierno tras someterse a rehabilitación por sus adicciones.
Fuentes cercanas aseguran que su permanencia está vinculada a su conocimiento sobre temas sensibles de la campaña, lo que algunos califican como un posible “poder de chantaje”. A pesar de ello, Benedetti ha negado las acusaciones y, en su momento, guardó silencio ante la Fiscalía.
Laura Sarabia: resiliencia en medio de la tormenta
Laura Sarabia, ahora directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), también ha salido airosa de múltiples escándalos. En 2023, su niñera la denunció por someterla a un polígrafo y por haber sido espiada ilegalmente, en un caso que involucró al coronel Carlos Feria, jefe de seguridad presidencial.
A pesar de su salida temporal del gobierno, Sarabia regresó en septiembre de 2023 y asumió un rol clave en el manejo de la agenda presidencial. Fuentes en Palacio destacan su capacidad ejecutiva y su cercanía con Petro como razones de su permanencia.
Ricardo Roa: cuestionado por la campaña y Ecopetrol
Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol y gerente de la campaña de Petro, enfrenta investigaciones por presuntas violaciones a los topes de financiamiento electoral y vínculos con fuentes prohibidas. Además, su pareja, Julián Caicedo, es señalado de influir en contratos estatales.
Durante su gestión en Ecopetrol, las acciones de la compañía han caído, y se han reportado casos de direccionamiento de contratos para pagar favores de campaña. Sin embargo, Roa sigue siendo respaldado por Petro, quien lo considera una figura clave para la transición energética.
Un círculo protegido
El regreso de Benedetti y la continuidad de figuras como Sarabia y Roa muestran la capacidad del círculo íntimo de Petro para resistir los escándalos. Mientras tanto, el presidente defiende a su equipo asegurando que “el gobierno no se deja dividir” y que no aceptará chantajes.
No obstante, las investigaciones abiertas y las críticas desde distintos sectores generan dudas sobre si este “teflón” político podrá resistir la presión a largo plazo.