Ataque con explosivos contra el alcalde de Calamar, Guaviare, desata repudio nacional: disidencias de las FARC serían responsables

La vivienda del alcalde Farid Camilo Castaño fue blanco de un atentado con drones cargados de explosivos. Tres personas resultaron heridas y varios animales murieron. Las autoridades atribuyen el hecho a la estructura Armando Ríos de las disidencias de las FARC.

La madrugada del martes 14 de octubre, el municipio de Calamar volvió a ser epicentro de la violencia. Un artefacto explosivo detonado en la vivienda del alcalde Farid Camilo Castaño dejó tres personas heridas y ocasionó graves daños materiales. El ataque, ejecutado presuntamente por la estructura Armando Ríos, brazo de las disidencias de las FARC bajo el mando de alias Iván Mordisco, también afectó la estación de Policía y el Batallón de Infantería de Selva N.º 24.

Según confirmaron las autoridades, entre los heridos se encuentra un empleado del mandatario, cuyo estado de salud es estable. El propio alcalde relató que todas las mascotas de su hogar murieron a causa de la explosión. “No hay palabras para describir el horror. Perdimos a nuestros animales, y una persona cercana resultó herida. Esto no es un acto político, es terrorismo”, dijo Castaño en declaraciones a medios locales.

El ataque desató enfrentamientos entre tropas del Ejército y los agresores, en los que fue derribado un dron explosivo utilizado para lanzar los artefactos. Las detonaciones y ráfagas de disparos se extendieron durante varios minutos en la zona urbana, sembrando el pánico entre los habitantes.

Los ataques simultáneos también afectaron a la Institución Educativa Carlos Mauro Hoyos, donde estudiantes y docentes vivieron momentos de angustia al escucharse los tiroteos cerca del plantel. Las clases fueron suspendidas mientras las autoridades verifican la situación de orden público.

El Ejército y la Policía Nacional desplegaron operativos conjuntos en la zona para ubicar a los responsables. Según fuentes oficiales, la situación ya está bajo control en el casco urbano, aunque se mantiene la alerta ante posibles nuevos ataques.

El gobernador Yeison Rojas condenó enérgicamente los atentados a través de su cuenta en X: “Rechazo categóricamente el atentado con drones explosivos del que fueron víctimas el alcalde de Calamar, la estación de Policía y el batallón del Ejército. Gracias a Dios el alcalde se encuentra bien. Tres personas resultaron heridas y uno de los drones fue derribado”.

Rojas también pidió al Gobierno Nacional reforzar la seguridad en el departamento: “En el Guaviare no podemos permitir que los actores armados sigan sembrando miedo ni retroceder hacia tiempos de violencia. En Calamar se garantiza la tranquilidad con la presencia del Ejército y la Policía”.

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, se sumó a las voces de rechazo, responsabilizando al Gobierno Nacional por la creciente inseguridad en el país: “Este es el resultado de la fallida ‘Paz Total’. Se pusieron del lado de los peores criminales y les entregaron el país. Mi solidaridad con el alcalde de Calamar, Farid Camilo Castaño. En un ataque criminal y cobarde de parte de las FARC, utilizando drones contra su vivienda, han resultado heridas personas cercanas a él. Además, estos desgraciados han matado a sus mascotas. Colombia necesita seguridad de manera urgente. Qué desgracia”.

Fuentes de inteligencia militar señalaron que la ofensiva habría sido ordenada por la estructura Armando Ríos, aliada del bloque Manuel Marulanda Vélez, una de las más activas en el suroriente colombiano. Los ataques con drones explosivos representan una nueva modalidad de hostigamiento que preocupa a las autoridades, pues permiten a los grupos armados actuar a distancia con alto poder destructivo.

Mientras continúan los operativos en la zona, el atentado contra el alcalde Castaño se convierte en un nuevo símbolo de la fragilidad de la seguridad local y del desafío que enfrentan los mandatarios en regiones históricamente golpeadas por el conflicto.