Campesinos parameros bloquean vía entre Tunja y Bogotá en defensa del trabajo agrícola

Desde la madrugada de este martes, cientos de campesinos de regiones parameras del nororiente colombiano adelantan un bloqueo parcial sobre la vía nacional que conecta a Tunja con Bogotá, a la altura del Puente de Boyacá. La protesta, liderada por la Federación de Parameros del Nororiente Colombiano, ha generado un represamiento vehicular de más de cinco kilómetros, afectando la movilidad de vehículos particulares, transporte intermunicipal y camiones de carga.

La jornada busca visibilizar el impacto negativo que, según los manifestantes, han tenido las recientes decisiones del Gobierno Nacional sobre la delimitación de la frontera agrícola. En un comunicado emitido desde la Sierra Nevada de El Cocuy, la Federación expresó su rechazo a la exclusión de vastas zonas de producción campesina, tradicionalmente cultivadas, del nuevo mapa agropecuario. “Los territorios afectados forman parte del sustento de miles de familias que hoy se sienten estigmatizadas por ejercer labores en zonas de páramo”, señalaron.

Aunque los líderes de la movilización aclararon que no comparten organización ni reivindicaciones con los gremios carboneros que también planean protestas en Boyacá y Cundinamarca, la coincidencia de fechas y rutas ha generado una confluencia que aumenta la tensión en la carretera.

Hasta el momento no se han registrado disturbios ni operativos de desalojo, pero usuarios en redes sociales reportan largas esperas, retrasos en rutas intermunicipales y desabastecimiento de productos básicos en puntos de parada. Los voceros campesinos afirman que el paro se mantendrá “hasta que el Gobierno brinde respuestas concretas y garantice el derecho al trabajo agrícola en territorios ancestrales”.

Desde la oposición, algunas voces han salido a respaldar la movilización. La senadora María Fernanda Cabal, del partido Centro Democrático, aseguró que “la agricultura es el fuerte de Colombia, como lo es la ganadería”, y criticó al Gobierno por lo que consideró un intento de “controlarlo todo como si viviéramos en una república comunista”. Según la congresista, las restricciones ambientales impuestas “por encima de la tradición y la capacidad de producir comida” podrían llevar al país a una crisis de seguridad alimentaria. “Mi respaldo total a los parameros y agricultores de Boyacá”, afirmó.