Carlos Andrés Trujillo se baja del Congreso en medio del escándalo de la UNGRD: su grupo político intenta sobrevivir

El senador Carlos Andrés Trujillo González, uno de los barones electorales del Partido Conservador en Antioquia, no buscará repetir curul en el Congreso de la República, una decisión que llega justo cuando su nombre ha sido salpicado en las investigaciones por los contratos irregulares de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).

Aunque su equipo intenta presentar el retiro como una “pausa estratégica”, la realidad política sugiere lo contrario: Trujillo se aparta en el momento más complejo de su carrera, mientras la justicia y la opinión pública escrutan los manejos de la entidad que se convirtió en símbolo del clientelismo y la corrupción burocrática.

El conservatismo itagüiseño, que por años fue una maquinaria disciplinada y eficiente bajo el mando de Trujillo, hoy enfrenta grietas internas y un evidente desgaste. La decisión del senador de no aspirar nuevamente deja a su grupo intentando mantener el poder con fichas de menor peso y liderazgo.

Su alfil más cercano, Daniel Restrepo Carmona, actual representante a la Cámara, será quien intente dar el salto al Senado. Sin embargo, su ascenso parece más un intento de blindar la estructura trujillista que una apuesta por la renovación del partido. Restrepo, abogado y especialista en contratación estatal, deberá cargar con el lastre político de su mentor.

La otra carta del grupo será Jaime Alonso Cano Martínez, exdiputado de Antioquia, quien buscará una curul en la Cámara. Cano intentará llegar luego de que el Consejo de Estado anuló su elección por doble militancia.

Las versiones que circulan entre los cercanos al senador apuntan a que Trujillo estaría evaluando una candidatura a la Alcaldía de Itagüí para 2028, un intento por regresar a su bastión electoral y recomponer su imagen desde lo local. Sin embargo, si nombre ha quedado marcado por las investigaciones de la UNGRD, y su influencia, parece reducirse a un círculo cada vez más pequeño de aliados comprometidos en su defensa política.

En el Partido Conservador muchos reconocen, en voz baja, que la salida de Trujillo del Senado representa un golpe para la colectividad, pero también un alivio para quienes buscan limpiar su imagen y desligarse de los escándalos que han golpeado al partido en los últimos años.