“¡Fuerza, Miguel!” fue el clamor que unió este domingo a miles de colombianos en distintas ciudades del país, en una jornada marcada por el rechazo al atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado 7 de junio.
Vestidos de blanco, portando banderas de Colombia y pancartas con mensajes de apoyo, ciudadanos de todas las edades y sectores políticos se congregaron en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga para exigir el cese de la violencia política y orar por la pronta recuperación del senador, quien continúa en estado crítico en la Fundación Santa Fe.
En Bogotá, la Plaza de Bolívar fue epicentro de una multitudinaria manifestación cargada de simbolismo, unidad y reclamo social. Entre las voces que se alzaron, destacó la de la senadora y también precandidata presidencial María Fernanda Cabal, quien aseguró:
“Hoy vinimos a honrar la memoria y la vida de Miguel Uribe. Vinimos a rechazar la violencia patrocinada por el gobierno. Colombia es más grande que Petro y si ese pichón de dictador se quiere quedar, lo vamos a sacar (…) Ni un paso atrás. Colombia no se arrodilla a los violentos. Colombia no es socialista. Somos un país libre, Dios nos hizo libres, el pueblo colombiano no es de Gustavo Petro”
Cabal también envió un mensaje directo a las reservas activas del país, a quienes llamó a “volver a enlistarse para seguir peleando y liberar a Colombia de la barbarie”. Sus declaraciones fueron respaldadas por una multitud que, con pancartas, aplausos y consignas, reclamó garantías para el ejercicio político y el respeto a la vida.
En Medellín, el punto de encuentro fue el Parque de las Luces, frente al centro administrativo La Alpujarra. Allí, cientos de paisas se sumaron al clamor nacional no solo por la salud del precandidato, sino por el rechazo a la violencia armada que azota regiones como el Cauca, donde recientemente se registraron nuevos ataques.
Por su parte, Barranquilla fue testigo de una marcha cargada de fe. En la Plaza de la Paz, se realizaron actos de eucaristía y un minuto de silencio liderado por figuras como el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, y el presidente del Senado, Efraín Cepeda, quienes pidieron por la recuperación de Uribe Turbay y el fin de los atentados. “No más atentados terroristas”, se leía en varias pancartas.
En Cali, la movilización culminó en la Plazoleta Jairo Varela, donde miles de ciudadanos también levantaron su voz por la vida y contra la violencia que amenaza la democracia. La Marcha del Silencio se convirtió en una expresión pacífica de resistencia ciudadana, en la que quedó claro que, más allá de diferencias ideológicas, Colombia exige respeto, paz y garantías para quienes deciden participar en la contienda electoral.
La situación de Miguel Uribe continúa siendo delicada, pero el país entero lo acompaña con esperanza. La marcha de este 15 de junio no solo fue por él, sino por la vida, la democracia y la dignidad de toda una nación que no quiere volver al pasado de sangre y persecución.