El gobierno del presidente Gustavo Petro enfrenta una avalancha de críticas tras no cumplir su promesa de condonar las deudas de los jóvenes con el Icetex, mientras la entidad atraviesa una grave crisis financiera. La situación pone en riesgo el futuro educativo de miles de estudiantes, pues el Ministerio de Hacienda no ha girado los recursos necesarios para garantizar la apertura de convocatorias de créditos educativos, inicialmente previstas para el pasado 8 de noviembre.
La pausa en las convocatorias afecta directamente a 200.000 jóvenes que buscan apoyo financiero para acceder a la educación superior. Catherine Juvinao, representante a la Cámara por la Alianza Verde, denunció que desde agosto no se han transferido 402.000 millones de pesos correspondientes a matrículas en Instituciones de Educación Superior (IES). La congresista también advirtió sobre un recorte presupuestal de más de 1 billón de pesos para el Icetex en 2025, calificando la situación como una “violencia económica y psicológica” contra los jóvenes.
De acuerdo con Juvinao, las consecuencias de la crisis serían devastadoras:
- 184.000 estudiantes activos podrían quedar sin subsidio de tasa de interés.
- 114.000 estudiantes perderían subsidios de sostenimiento.
- 35.000 condonaciones de crédito para poblaciones vulnerables no serían aprobadas.
- 60.000 jóvenes aspirantes a ingresar a la educación superior en 2025 quedarían sin la posibilidad de obtener créditos educativos.
“La promesa del presidente Petro de ampliar en 500.000 los cupos para la educación superior se desmorona frente a la negligencia en la financiación del Icetex. Este es un golpe directo a los sueños de miles de jóvenes”, afirmó la representante.
A la crisis financiera se suman irregularidades en el programa Jóvenes Talentos, que ofrece créditos condonables de hasta 25.000 dólares para estudios en el exterior. 122 beneficiarios preseleccionados denuncian estar en el limbo, algunos incluso desde el extranjero, debido a inconsistencias en el proceso de evaluación y desembolso.
Karina Muñoz, una fagotista caleña retirada injustamente del programa, afirmó: “Nos dejaron en la incertidumbre total, sin respuestas claras y con nuestras carreras en riesgo”.
El ministro de Educación, Daniel Rojas, desató polémica al afirmar que la crisis del Icetex no es de su competencia, ya que la entidad está adscrita al Ministerio de Hacienda. Sin embargo, su rol como presidente de la junta directiva de la entidad lo vincula directamente con la aprobación de presupuestos y decisiones clave.
Con sarcasmo, Rojas declaró: “¿Y cómo se supone que quiero marchitar una entidad que ni siquiera pertenece a nuestro sector? Les falta decir que también quiero marchitar la Nasa”. Estas palabras, lejos de calmar la situación, han generado más cuestionamientos sobre la gestión del gobierno frente a una de las crisis educativas más graves en años.
La desfinanciación del Icetex y las crecientes dificultades para garantizar el acceso a la educación superior en Colombia han puesto en jaque una de las principales promesas del gobierno de Petro. Mientras miles de estudiantes esperan soluciones, la crisis amenaza con convertirse en un símbolo del incumplimiento y la falta de planificación en políticas educativas.