Cristian Halaby alza la voz en defensa de los empresarios y trabajadores

La audiencia pública sobre la Reforma Laboral, citada por el senador Wilson Arias del partido Comunes, se convirtió en un espacio de intenso debate entre representantes empresariales y sindicales. Entre los asistentes destacó la presencia de Cristian Halaby, presidente de la Cámara Ambiental del Plástico y representante de la Mesa de Empleo y Productividad (Mesa EyP), quien defendió los intereses de empresarios, trabajadores informales y emprendedores.

Desde el inicio, la audiencia estuvo marcada por posturas encontradas. Halaby señaló que, si bien algunos sectores se mostraron intransigentes y cerrados al diálogo, la mayoría de los participantes –incluidos muchos representantes sindicales– coincidieron en la necesidad de acercar posturas en lugar de evadir el debate.

En su intervención, Halaby subrayó la importancia de fomentar la competitividad, la productividad y el emprendimiento en Colombia, advirtiendo que la Reforma Laboral propuesta podría afectar gravemente estos pilares. Explicó que su organización, conformada por 35 gremios y sindicatos, surgió como alternativa a otros grupos empresariales con el objetivo de impulsar el desarrollo del país.

“Colombianos, hoy estoy aquí en representación de la Mesa de Empleo y Productividad y de la Cámara Ambiental del Plástico. Creemos firmemente que Colombia tiene un gran potencial, basado en la capacidad de su gente para trabajar y emprender. Sin embargo, enfrentamos serios desafíos como los altos costos impositivos y una infraestructura deficiente, lo que afecta la competitividad de nuestras empresas y limita las oportunidades para los emprendedores, quienes son los empleadores del futuro”, afirmó.

Halaby resaltó que más del 55% de los trabajadores en Colombia son informales, lo que demuestra que el sistema laboral no está siendo lo suficientemente atractivo para la formalización. Criticó que la reforma se enfoque en otorgar “excesivas garantías” a un grupo específico de trabajadores en lugar de fomentar un crecimiento equitativo. También hizo énfasis en la urgencia de incrementar el ingreso per cápita, que actualmente ronda los 6.000 dólares anuales, para mejorar la calidad de vida de los colombianos.

“Necesitamos una reforma que atraiga a los trabajadores al sistema formal, no que los expulse aún más. Un sistema que le cuesta a un empresario 2.500.000 pesos para pagar un salario de 1.400.000 pesos limita la capacidad de crecimiento. Si queremos que los colombianos progresen, debemos generar condiciones para que el país sea más competitivo y pueda vender bienes y servicios al mundo”, agregó.

Halaby también abordó el tema de los colombianos deportados de Estados Unidos, planteando la necesidad de brindarles oportunidades laborales en el país en lugar de dejarlos en la incertidumbre económica.

Tras finalizar su discurso, Halaby recibió ataques verbales de algunos asistentes, quienes lo tildaron de “uribista” y lo acusaron de estar vinculado con el empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo. Entre los gritos se escucharon expresiones como “vino fue a hablar de Sarmiento Angulo, que es su partner” y “descarado”.

Ante esto, Halaby respondió desde su cuenta de X (antes Twitter) con un mensaje reflexivo: “Hay muchos colombianos que piensan distinto. Algunos son radicales, y con ellos no hay nada que hacer, pero la gran mayoría tienen historias de vida que los han llevado a pensar como hoy en día lo hacen. Hay que buscar la forma de construir una nueva realidad que no sea solo la de uno o la de ellos, sino una que se haga en la conversación”.

Otra voz destacada en la audiencia fue la de Karen Criollo, quien intervino en favor de los trabajadores informales y expuso la urgencia de incluirlos en un sistema que garantice estabilidad y oportunidades reales de crecimiento.

El debate en la audiencia pública de la Reforma Laboral dejó en evidencia la polarización existente en torno al tema. Mientras algunos sectores abogan por mayores garantías laborales, otros alertan sobre los riesgos que la propuesta actual podría representar para la competitividad y el empleo en el país. Lo cierto es que el diálogo sigue abierto y que será fundamental encontrar un punto medio que beneficie a la mayor cantidad de colombianos posible.