En una jornada marcada por la tensión y las interrupciones, el representante demócrata Al Green fue expulsado de la Cámara de Representantes tras interrumpir el discurso del presidente Donald Trump ante el Congreso el pasado martes. La decisión fue tomada por el presidente de la Cámara, Mike Johnson, quien ordenó al sargento de armas escoltar a Green fuera del recinto.
Durante la sesión conjunta, en la que Trump presentó su discurso titulado “Renovación del sueño americano”, varios demócratas manifestaron su descontento a pesar de los llamados dentro del partido para mantener la compostura. Green, uno de los críticos más acérrimos de Trump, se levantó y comenzó a gritarle al mandatario mientras agitaba su bastón. Ante la situación, Johnson intervino con firmeza: “Señor Green, tome asiento”. Al no acatar la orden, el presidente de la Cámara instruyó su remoción inmediata.
Green ha sido un opositor constante de Trump, habiendo presentado previamente artículos de juicio político en su contra por lo que calificó como “limpieza étnica en Gaza”. Tras su expulsión, declaró a la prensa que su acción fue una protesta contra los recortes a Medicaid que, según él, afectarán a la población vulnerable. “Estoy dispuesto a sufrir cualquier castigo”, aseguró.
La sesión también estuvo marcada por otras protestas. La representante demócrata Melanie Stansbury sostuvo un cartel con la frase “Esto no es normal” al paso de Trump, en una manifestación silenciosa. Su gesto fue interrumpido por el republicano Lance Gooden, quien le arrebató el cartel y lo arrojó lejos.
Horas antes del discurso, figuras dentro del Partido Demócrata habían advertido contra este tipo de acciones. Ian Sams, exasesor principal de Kamala Harris, instó a sus colegas a evitar “payasadas” durante el evento. Sin embargo, la oposición a Trump dentro del Congreso parece cada vez más dividida entre quienes buscan la protesta activa y quienes optan por la estrategia política.
El discurso de Trump, transmitido en horario de máxima audiencia, llegó en un momento clave de su segundo mandato, con votantes pendientes de sus planes para abordar la inflación y la economía. Sin embargo, los incidentes dentro del Congreso han desviado parte de la atención hacia la creciente polarización política en el país.