Un habitante de calle en Medellín ha revelado que personas desconocidas les están pagando para arrojar piedras a los vehículos en diferentes puntos de la ciudad, incluyendo la Avenida Regional, la zona de la Minorista y el puente de la Madre Laura. Esta actividad ha generado una situación crítica en los últimos días, causando muertes, accidentes en las vías, y aumentando la preocupación entre los ciudadanos.
La denuncia surge en medio de un panorama complejo en la ciudad, donde los actos vandálicos han sido recurrentes y se sospecha que estos ataques no son espontáneos, sino parte de una estrategia orquestada para generar caos. La preocupación sobre quién está detrás de estos pagos ha abierto un nuevo capítulo en la seguridad de Medellín.
El alcalde de la ciudad, Federico Gutiérrez, se refirió al tema en su cuenta de Twitter, donde expresó su indignación y preocupación por los hechos: “Lo que ha venido sucediendo con habitantes de calle no es normal. Juzguen ustedes. A estas alturas ya no me extraña que haya gente que sea capaz de hacer esto. Han hecho cosas peores. De todas formas sí es un problema muy delicado que tenemos en Medellín y en otras ciudades. Seguiremos con la oferta institucional para quienes quieran dejar las drogas y la calle, y seguiremos con los controles para quienes insisten en generar desorden y daños.”
El alcalde ha sido firme en su postura respecto a los habitantes de calle que participan en actos violentos, recordando que sus derechos no deben prevalecer sobre los del resto de la ciudadanía. “Los derechos de los habitantes de calle no pueden estar por encima de los derechos del resto de ciudadanos. Algunos de ellos han generado accidentes que dejan como resultado la pérdida de vidas humanas y han dejado con heridas de gravedad a varias personas”, dijo Gutiérrez días atrás.
El mandatario también destacó que cualquier persona que cometa un acto de violencia, independientemente de su situación socioeconómica, debe ser tratada como un delincuente: “Las cosas se tienen que llamar como son: un habitante de calle que tira una piedra y le causa daño a un ciudadano, antes que habitante de calle ya se ha convertido en un delincuente y debe ser tratado como tal. No se puede ir excusando en el consumo de drogas a quienes han llegado a perder el control de sus vidas y bajo este pretexto atentan o interfieren contra los derechos de los demás ciudadanos”, añadió.
La situación ha levantado sospechas sobre un posible sabotaje organizado, ya que varios habitantes de calle han asegurado estar recibiendo pagos para realizar estos actos violentos. En este sentido, el secretario privado del alcalde, Simón Molina, expresó sus dudas en redes sociales: “¿Quién está detrás de esta estrategia criminal? ¿Tendrá algo que ver Daniel Quintero y su gente? Ustedes, ¿qué opinan?”
Las autoridades de la ciudad continúan investigando quiénes están detrás de esta situación y qué intereses podrían estar impulsando este sabotaje. Mientras tanto, se ha intensificado la vigilancia y los controles en las zonas más afectadas, con el objetivo de mitigar los actos violentos y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
El llamado a la calma y la prudencia por parte del gobierno local va acompañado de una oferta institucional para quienes buscan salir del ciclo de las drogas y la violencia, pero también de una fuerte advertencia a aquellos que persisten en generar desorden y atentados contra la seguridad pública.