Las disidencias de las FARC, lideradas por los alias Aldanay y Sebastián, habrían ordenado el asesinato del representante a la Cámara Julio César Triana y del diputado conservador Ómar Alexis Díaz, según información proporcionada por un informante protegido por la Fiscalía General de la Nación.
Las amenazas estarían relacionadas con las posturas críticas de ambos líderes frente al deterioro del orden público en el Huila, donde los grupos armados ilegales han incrementado prácticas como extorsiones, ‘boleteos’ y carnetizaciones.
El congresista Triana denunció públicamente la situación y exigió acciones inmediatas por parte del Gobierno Nacional.
“Nuestra voz no será callada en el Congreso. Seguiremos denunciando el alarmante deterioro de la seguridad en el Huila”, afirmó Triana, quien además pidió a los líderes de las disidencias desmentir las amenazas y reclamó garantías de protección para él y su familia.
Por su parte, Díaz también manifestó su preocupación por la falta de garantías de seguridad para quienes ejercen control político en una región afectada por la violencia.
La situación ha generado una ola de rechazo en distintos sectores. José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán, expresó en redes sociales su apoyo a los líderes amenazados y criticó la falta de voluntad de paz por parte de los grupos armados.
“Los grupos terroristas se burlan todos los días de los colombianos”, escribió Lafaurie.
El periodista Melquisedec Torres, en la red social X, confirmó la gravedad de los hechos y señaló que las amenazas provienen del grupo de las FARC liderado por alias Iván Mordisco.
“Los dos líderes ya han sido informados y esperan que las autoridades tomen todas las medidas de protección para ellos y sus familias”, indicó Torres.
Este caso refleja el preocupante panorama de seguridad en el Huila y en otras regiones del país. Líderes políticos y sociales exigen al Gobierno estrategias contundentes para contrarrestar el accionar de los grupos armados ilegales, mientras la situación pone nuevamente en tela de juicio los avances en la búsqueda de la paz total.
La comunidad permanece en alerta, esperando que las autoridades tomen las medidas necesarias para garantizar la vida de los amenazados y frenar la creciente violencia en el departamento.