Disturbios empañaron la final paisa entre Medellín y Nacional en el Atanasio Girardot

La final de la Copa 2025 entre Independiente Medellín y Atlético Nacional, que había comenzado como una fiesta deportiva, terminó marcada por graves disturbios dentro y fuera del estadio Atanasio Girardot. Minutos después del pitazo final del árbitro Wilmar Roldán, se registraron enfrentamientos entre hinchas de ambos equipos que obligaron a suspender la premiación y a evacuar de emergencia a jugadores, cuerpos técnicos y personal logístico.

Los hechos más graves se presentaron en sectores de las tribunas norte, oriental y occidental, donde grupos de aficionados rompieron vallas, lanzaron objetos contundentes e ingresaron a la gramilla. En videos difundidos en redes sociales se observa el uso de palos, tubos y otros elementos peligrosos, lo que generó escenas de pánico entre los asistentes.

Ante la magnitud de los desmanes, fue necesaria la intervención de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO), que utilizó dispositivos de control para dispersar a los violentos y recuperar el control del escenario deportivo. La situación impidió que Atlético Nacional recibiera el trofeo en el campo de juego, repitiendo una escena similar a la vivida en 2024 en Cali.

Aunque durante el partido el comportamiento de las hinchadas fue mayoritariamente pacífico, la tensión acumulada por el resultado desató enfrentamientos al final del encuentro. Los disturbios se extendieron incluso a los alrededores del estadio, donde las autoridades continuaron interviniendo cerca de una hora después del cierre del partido.

Las autoridades evalúan sanciones para ambos clubes, que podrían incluir multas, cierres de tribunas o restricciones al ingreso de público en futuros compromisos, en un nuevo episodio que vuelve a poner en entredicho la seguridad en los eventos de alto riesgo del fútbol colombiano.