En una jornada diplomática cargada de simbolismo y mensajes de colaboración, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, fue recibido este lunes con honores por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca. El encuentro, que fue transmitido en vivo, ha sido calificado como uno de los más cordiales celebrados en la residencia presidencial estadounidense durante la actual administración.
“Quiero agradecerles por el gran trabajo que están haciendo. Te lo agradezco”, fueron las palabras con las que Trump dio la bienvenida a Bukele, resaltando los avances del país centroamericano, especialmente en temas de seguridad y gobernabilidad.
Durante la reunión, Bukele expuso las acciones que su gobierno ha emprendido para mejorar la seguridad en El Salvador, haciendo énfasis en su política de “mano dura” contra las pandillas. Asimismo, reiteró su compromiso con Estados Unidos, ofreciendo cooperación en materia de seguridad regional. “Estamos muy dispuestos a ayudar. Sabemos que tienen un problema de delincuencia, un problema de terrorismo con el que necesitan ayuda. Si podemos ayudar, podemos hacerlo”, afirmó el mandatario salvadoreño.
La cita fue seguida con atención tanto por analistas internacionales como por medios de comunicación, quienes destacaron la cercanía entre ambos presidentes y la intención de fortalecer las relaciones bilaterales en un momento clave para la región.
Aunque no se revelaron mayores detalles sobre acuerdos concretos, se espera que la visita de Bukele sirva como antesala a nuevos proyectos conjuntos en áreas como seguridad fronteriza, migración y cooperación económica.
El gesto diplomático de Trump hacia Bukele muestra no solo un reconocimiento a los cambios impulsados en El Salvador, sino también un interés geopolítico por mantener aliados firmes en Centroamérica frente a los desafíos globales.