Economía colombiana muestra debilidad mientras informalidad e inseguridad frenan la recuperación

La economía colombiana no despega con la fuerza esperada. Aunque algunos indicadores muestran leves mejoras, el panorama sigue frágil y lleno de nubarrones. Así lo reveló la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta (EOIC), elaborada por la ANDI y otros gremios, que confirma que en 2025 el país enfrenta una recuperación débil, golpeada por la informalidad, la inseguridad y la incertidumbre política.

Según el informe, el 53% de las empresas afirma estar afectado por la competencia desleal del sector informal, mientras que un 31% señala que la inseguridad se ha convertido en un obstáculo creciente para producir y transportar bienes. “La informalidad es el elefante en la sala. De cada diez trabajadores, seis son informales, y eso tiene un enorme costo en productividad, empleo formal y competitividad”, advirtió Bruce Mac Master, presidente de la ANDI.

Entre enero y agosto de 2025, la producción manufacturera creció 2,1%, las ventas totales 2,2% y las ventas nacionales 2,4%, una leve mejora frente a las caídas del año anterior. El DANE también reportó un aumento del 2% en el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE), impulsado por sectores como comercio, transporte, salud y educación.

Sin embargo, actividades como minería, agro e industria pesada siguen rezagadas. La capacidad instalada se ubicó en 80,4%, lo que refleja un mejor uso de la infraestructura, aunque sin traducirse todavía en un repunte sostenido del empleo o la inversión.

El sondeo empresarial también expone otros frenos: costos laborales en aumento, inflación sobre el 5%, un dólar volátil y reformas inciertas que han generado dudas entre los inversionistas. Agosto fue especialmente complejo por el debate sobre un presupuesto desfinanciado y la discusión de la reforma laboral, que, según los gremios, “encarece la contratación y desincentiva el empleo formal”.

Uno de los temas más preocupantes es el deterioro de la seguridad. Los empresarios reportan más bloqueos en vías, restricciones al transporte, retenes y amenazas que dificultan la movilidad y el cumplimiento de contratos. “No se puede producir ni transportar con tranquilidad. La inseguridad ya es un factor económico, no solo social”, alertó un empresario del sector logístico consultado por la encuesta.

Desde la ANDI, el mensaje es claro: sin seguridad, reglas claras ni formalización, el crecimiento no será sostenible. Los gremios pidieron al Gobierno mayor vigilancia contra el contrabando y la informalidad, estabilidad tributaria y reformas laborales más flexibles que impulsen la generación de empleo formal.

La encuesta deja una conclusión contundente: la economía colombiana resiste, pero con debilidad. Y aunque hay señales de recuperación, el terreno sigue movedizo para quienes producen, emplean y sostienen el aparato productivo del país.