Durante una sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebrada este viernes, Estados Unidos lanzó severas críticas contra el régimen de Nicolás Maduro, calificándolo como “un órgano del narcotráfico” y “una fuerza de desestabilización para toda la región”.
Thomas R. Hastings, representante interino de EE.UU. ante la OEA, citó las declaraciones del nuevo secretario de Estado, Marco Rubio, quien afirmó que “el poder en Venezuela no está en manos de un gobierno legítimo, sino de una estructura criminal dedicada al narcotráfico”. Hastings advirtió que esta situación “exacerbará la crisis migratoria en todo el continente”, afectando a países desde Sudamérica hasta América del Norte.
Durante su intervención, Hastings también denunció la entrega de falsos pasaportes venezolanos a agentes de la organización terrorista Hezbollah, subrayando el impacto de estas acciones en la seguridad regional e internacional.
Además, el representante estadounidense insistió en que “Edmundo González Urrutia ganó la mayoría de los votos y debería ser reconocido como el legítimo presidente de Venezuela”. Según Hastings, “la voz de los venezolanos no ha sido atendida”, destacando el desmantelamiento de las instituciones democráticas y los abusos a los derechos humanos en el país, como los denunciados en el centro de detención El Helicoide.
Ante este panorama, Hastings hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para que “hagamos hasta lo imposible para poner fin al sufrimiento venezolano”. Asimismo, reafirmó el compromiso de Estados Unidos con la justicia y la democracia en la región, concluyendo que “es imperativo garantizar un futuro de dignidad y libertad para el pueblo venezolano”.
Las declaraciones de EE.UU. se producen en un momento crítico, marcado por el agravamiento de la crisis humanitaria y migratoria en Venezuela. Según cifras recientes, más de 7 millones de venezolanos han abandonado el país en busca de mejores condiciones de vida, lo que ha generado una presión considerable en las naciones receptoras.
Mientras tanto, el régimen de Nicolás Maduro enfrenta crecientes cuestionamientos internacionales, aunque mantiene apoyo de países como Rusia, China e Irán. Las denuncias presentadas por Estados Unidos en la OEA subrayan la necesidad de una respuesta conjunta para abordar la compleja situación en Venezuela y sus repercusiones en la región.