Con una trayectoria que yuxtapone arte y activismo social, este artista, formado como Maestro en Artes Plásticas y con estudios en ciencias políticas, ha dedicado su vida no solo a la creación de organizaciones sin fines de lucro para apoyar la salud mental de los soldados colombianos, sino también a una profunda exploración de la masculinidad en la esfera pública. Su obra, una potente mezcla de medios que abarca la fotografía, la pintura expandida y el arte performático, conversa con el conflicto en Ucrania e Israel, abordando las cicatrices físicas y emocionales que la guerra imprime sobre los cuerpos.
Su proyecto, Babel, explora el cuerpo masculino como un territorio de dolor y resistencia, una poderosa declaración artística que desafía las nociones tradicionales de lo masculino y la instrumentalización del cuerpo en tiempos de conflicto. Cada pieza, parte de una serie que invita al espectador a un reconocimiento visceral de estas experiencias, muestra cómo el cuerpo, transformado por la violencia, se convierte en un campo de batalla tanto físico como psicológico.

El uso del desnudo masculino, cubierto en laminilla de oro, evoca una yuxtaposición fascinante entre vulnerabilidad y santidad. Este recurso no solo remite a figuras icónicas del arte clásico, como el David de Miguel Ángel, sino que también reinterpreta el cuerpo masculino como un símbolo contemporáneo de sacrificio y resiliencia. En el mundo que asistimos, marcado por las guerras en Ucrania e Israel, este gesto artístico adquiere una resonancia global, enfatizando la necesidad de reflexión sobre la justicia, la dignidad y la memoria de los cuerpos caídos.

A través del estilo tenebroso, que intensifica la narrativa con su juego dramático entre la luz y la sombra, la obra del artista no solo denuncia la brutalidad de la guerra, sino que también invita a una reflexión más amplia sobre las consecuencias de los conflictos en nuestra sociedad. En este contexto, Babel resuena con el grito de “Never Again“, ofreciendo una mirada profunda a la devastación que la guerra deja tras de sí, y proponiendo un anhelo colectivo por la unidad y la humanidad.

El cuerpo de obra de este artista se destaca por la utilización del mosaico y el collage como técnicas fundamentales para construir imágenes de guerra que, en su conjunto, buscan unificar los múltiples rostros del conflicto global. Esta aproximación le permite yuxtaponer fragmentos de realidades bélicas diversas, tejiendo una narrativa visual que trasciende fronteras y tiempos históricos. A través de esta técnica, su trabajo conversa de manera directa con los conflictos contemporáneos en Ucrania e Israel, invitando al espectador a reconocer la interconectividad de las luchas humanas en un mundo, donde las guerras no son eventos aislados, sino fenómenos globales que afectan de manera transversal.

Entre sus referentes, destacan artistas como On Kawara, Alfredo Jaar, Krzysztof Wodiczko y Miguel Ángel Rojas, cuyas prácticas artísticas también giran en torno a la memoria, la violencia y las repercusiones del conflicto en el cuerpo y la sociedad.

En esta obra, el mosaico y el collage no son meramente técnicas formales, sino vehículos conceptuales que permiten unificar las múltiples facetas del conflicto global. De este modo, el artista invita al espectador a reflexionar sobre la universalidad del trauma bélico, y la manera en que las guerras, aunque distantes geográficamente, resuenan en la conciencia colectiva, trazando un mapa de cicatrices que abarca todo el planeta.

Conoce más sobre este artista en su sitio web: https://www.pabloscarpetta.art/